El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, ha ofrecido a La Razón una de sus entrevistas más desenfadadas, dentro de la sección veraniega “de cañas con…”. El regidor madrileña asegura que “la gente dice que soy gracioso”, que en su paso por los tribunales le llamaban Harry Potter porque “la toga me venía muy grande y me la pisaba” y confiesa que, de no dedicarse a la política, “sería jugador de golf”.

Almeida se toma con humor su estatura y, cuando le preguntan en qué momento de su vida se ha sentido más pequeño, responde que “con mirarme tiene la respuesta”. De hecho, a la hora de confesar un secreto, se remite a su época en los juzgados como abogado del Estado: “Se me conocía como Harry Potter por las gafas, por la cara de listo –eso decían– y porque la toga me venía muy grande y me la pisaba”.

Al respecto de sus réplicas cómicas y la posibilidad de fichar por El Club de la Comedia, Almeida asegura que aún no le ha llegado la oferta: “Todavía no, pero no lo descarto. La gente dice que soy gracioso”.

De pequeño, sin embargo, era más autoritario, a pesar de ser el pequeño de ser hermanos: “Sinceramente, era muy mandón y además el ojito derecho de mi madre. Tenía cierto mando sobre mis hermanos, aunque se enfadaban por ser el pequeño”.

A diferencia de su compañera de ticket electoral, Isabel Díaz Ayuso, Almeida contesta con un tajante “no” cuando le pregunta si es de los que “ama los atascos de Madrid”. Y rechaza sentirse como Top Gun a lomos de su moto: “Es una simple Scooter, una Scooter sin más”.

Sobre su hermano, que fue candidato de Vox, niega que le sirviera en las negociaciones para llegar a ser alcalde con los votos de la ultraderecha: “No, porque estamos en circunscripciones distintas y no se produjo el problema. Es posible que si viviera en Madrid me hubiera votado, pero no nos sentamos en una mesa a negociar sino para comer”. “Le intento convencer de que vuelva a la casa, pero por ahora no lo consigo, es resistente”, concluye.