La diputada en el Congreso de los Diputados por el PSC y portavoz del PSOE, Montse Mínguez, ha contestado al diputado de Vox y recientemente ascendido a portavoz adjunto en el Congreso, Carlos Hernández Quero, después de pronunciar varios discursos en materia de vivienda que se han viralizado por su carácter falangista, con un claro enfoque obrerista pero discriminatorio hacia la clase trabajadora extranjera y hacia los inmigrantes.

"Frente a tanto disparate tenemos el deber de esbozar las líneas maestras de una política de vivienda diferente. Una política de vivienda basada en el bien común, la justicia y el apoyo a las familias. Ante la escasez, no hay que dudar que la obligación es construir, porque la alternativa es hacinamiento, infravivienda y chabolismo", arrancaba Quero, que insistía en la necesidad de "inundar España otra vez de bloques residenciales". "Hay que elegir entra la España feliz de los toldos verdes o la España sin casas del experimento bipartidista", insistía el portavoz de vivienda de la extrema derecha, que continuaba este discurso con otro en el que confrontaba directamente con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por su inacción en la crisis residencial.

"Una clase política que pone alfombra roja a los buitres, como se ve con Ayuso cuando vende nuestros barrios como un caramelo apetitosísimo para la inversión, que vengan aquí todos. Ofrece a multimillonarios extranjeros deducciones fiscales que niega a los compradores españoles. Ana y Anselmo no pueden comprar, a usted, fondo de Ciudad de México, le abrimos la puerta y alfombra roja. Ayuso quiere convertir el Madrid de los propietarios de toda la vida en el patio trasero de los ricos de todo el mundo. El Madrid en el que caben todos los acentos, menos el de la persona que lleva toda la puñetera vida viviendo en Aluche, Villaverde, Móstoles o Getafe", expresaba el portavoz de Vox. Un discurso obrerista, pero a todas luces racista, pues no se aprecia la crítica al millonario nacional, que estrangula a los trabajadores en sus empleos o en los alquileres de los que disfruta como multipropietario, y nostálgico de épocas oscuras, con esas referencias a los toldos verdes del desarrollismo franquista y al "experimento" bipartidista.

 
En respuesta a las palabras de Quero tanto en el Congreso como contra la presidenta madrileña, Montse Mínguez ha querido recordar que no todo era tan idílico como lo pinta el historiador de extrema derecha. "Era tan feliz la España con Franco que 3 millones de familias emigraron a Europa y América a contar lo bien que se vivía en España. ¿A que sí?", ha arrancado.

"La historia se estudia, no se inventa. Y la España de Franco fue miseria, miedo y exilio", sentenciaba contundentemente la diputada socialista.


La ascensión de Carlos Hernández Quero en el entramado de la extrema derecha española está minuciosamente calculada. El diputado de Vox en el Congreso de los Diputados ya sustituyó a Juan García-Gallardo, exlíder en Castilla y León, en el Comité Ejecutivo Nacional y ahora hará lo propio con Ortega Smith. Este relevo marca la pauta del cambio de estrategia de Vox, que pasa de las recetas neoliberales aplicadas antaño a un discurso con colores joseantonianos, donde el obrero se convierte en el centro del discurso contra los abstractos del poder empresarial y contra la clase trabajadora extranjera.

Hernández Quero es un perfil joven, desenfadado, que se aleja del servilismo a las grandes fortunas que aplican sus compañeros de partido. Esta posición ideológica, que puede ser especialmente sugerente para un electorado descontento con la situación de la vivienda y del mercado laboral, esconde otras líneas muy peligrosas, ya que asienta el discurso de odio al inmigrante en los barrios y recupera fórmulas populistas de antaño fáciles de hacer calar en el electorado, pero vacías de contenido.

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