Se cae la iniciativa de Junts sobre la cuestión de confianza. Los juntaires han anunciado que retiran la proposición no de ley, retocada tras el acuerdo suscrito con el Gobierno para el acuerdo ómnibus, después de que el mediador internacional Francisco Galindo intercediera. El secretario general del partido, Jordi Turull, justifica que sobre él depositan “toda la confianza que no tenemos” hacia el Partido Socialista. “Hemos decidido corresponder a la petición del embajador y hacer un último esfuerzo para evitar la ruptura”, ha señalado el número dos de Carles Puigdemont.

Tras la reunión de la Ejecutiva del partido, que estudiaba la petición hecha por el mediador internacional en las reuniones entre PSOE y Junts, Francisco Galindo, de que los juntaires consideraran retirar la cuestión de confianza a Sánchez ante el escenario que se abría en las próximas semanas. Por ello, y pese a la "desconfianza" hacia los socialistas, cuya relación está "absolutamente deteriorada", han decidido "corresponder a la petición del embajador y hacer un último esfuerzo para evitar la ruptura".

Un voto de confianza

El anuncio de los neoconvergentes se encuadra en un marco de elevada intensidad política. Mientras comparecía Turull, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, confirmaba el anuncio avanzado por el líder de ERC, Oriol Junqueras, del acuerdo cerrado para condonar la deuda a Cataluña y al resto de comunidades autónomas. Una fotografía en la que no ha salido Junts y así se lo hacía saber el portavoz republicano en el Congreso, Gabriel Rufián, anotando al casillero de los soberanistas el éxito en la competición intestina que mantienen las fuerzas independentistas.

Pero al margen de la fumata blanca entre los republicanos y Hacienda, la decisión de retirar la moción de confianza llega tras un fin de semana de mucho debate interno entre los juntaires sobre si dar marcha atrás o no con la cuestión de confianza. Conversación que ha estimulado el verificador en las reuniones de Junts y PSOE en Suiza, Francisco Galindo. Y es que el viernes se celebró uno de los encuentros que testean el estado de las relaciones entre sendas fuerzas políticas, antes de que el propio Galindo emitiera un comunicado en el que reclamaba a los de Puigdemont cierta mano derecha por las consecuencias a futuro que podría provocar la proposición no de ley de la cuestión de confianza. Turull no ha querido ratificar si este movimiento de ficha viene impulsado por el encuentro del pasado viernes y lo envuelven tras una gruesa pared de misterio: “No desvelamos nada de lo que se trata en estas reuniones”. O, como dicen en clave socialista, “prudencia y transparencia en los acuerdos”.

Dos mantras que esta vez no eran necesarios de aplicar, habida cuenta de que ha sido el embajador el que motivaba el movimiento de ficha de los neoconvergentes, que finalmente han optado por dar algo de vuelo a sus interlocutores. El propio Turull ha explicado que no es una concesión a los socialistas, con quienes mantienen un canal que está “absolutamente deteriorado”, sino que es un depósito en la cuenta del embajador salvadoreño porque la “desconfianza” con los de Pedro Sánchez es plena. De seguir hacia delante con la iniciativa, Galindo estima que se habría llegado a un punto de no retorno o, como lo describe en su escrito, a una “ruptura del espacio”; lo cual supondría, a su juicio, un escollo “difícil de superar y que frenaría” los avances de estos meses de trabajo en la sombra.

Junts ya admitió el nulo recorrido que tendría su iniciativa, máxime cuando la cuestión de confianza es una herramienta constitucional de competencia exclusiva del presidente del Gobierno de turno. Sánchez ya lo habría descartado y el acuerdo entre el Gobierno y los juntaires limó bastante la redacción original, siguiendo los consejos también de los letrados del Congreso. En su informe, los servicios jurídicos de la Cámara Baja advirtieron del carácter jurídico del texto primigenio y aconsejaron a los independentistas que, en caso de que la Mesa tramitara la proposición, deberían retocarlo.

Ferraz se pronuncia

El anuncio de Turull ya ha encontrado una reacción desde Ferraz. Fuentes socialistas han exhibido su “profundo respeto” por la decisión adoptada por la Ejecutiva juntaire, aunque esta se cimente sobre la “desconfianza” con Pedro Sánchez. Estas mismas voces celebran que, a pesar de las diferencias palmarias entre ambos proyectos, siguen confiando en la negociación y en los acuerdos. De hecho, justifican que la marcha atrás de los neoconvergentes reafirma su apuesta por el “diálogo”.

Desde Ferraz, además, barruntan que este movimiento servirá para “seguir avanzando en esta legislatura”. "Desde el PSOE manifestamos nuestro respeto a la decisión tomada por Junts per Catalunya. Queremos reafirmarnos en nuestra apuesta por el diálogo, que estamos seguros nos hará seguir avanzando en esta legislatura. A pesar de las diferencias que nos separan, seguimos confiando en la negociación y los acuerdos", han afirmado esas mismas fuentes.