Después de su conexión el pasado viernes, Juan José Cortés ha vuelto a ser protagonista en Espejo Público. El exdiputado del Partido Popular y padre de Mari Luz ha visitado el plató del matinal de Antena 3 para valorar la indemnización que le concedió el Ministerio de Justicia, aunque también se ha mostrado arrepentido de entrar en política porque no reporta “ninguna recompensa”.

Para exponer el caso de Mari Luz, Susanna Griso se ha retrotraído a las fechas en las que se cometió el crimen. Por ello le ha preguntado a Cortés por su posición en aquel momento. El ex diputado del PP admitió que “era un empresario de éxito” que podía facturar “más de dos millones de euros”.

Recuerda, además, que le decía a su mujer que no necesitaba trabajar en el mercadillo por el dinero que conseguía en su empresa. Sin embargo, a raíz del asesinato de su hija, Cortés asegura que todas las facturaciones de su firma las destina a buscar a la pequeña Mari Luz. “Me arruino la vida. No era capaz de afrontar ningún problema”, recuerda.

Llevo doce años de mi vida buscando justicia para mi hija y aún no sé cuáles fueron los motivos”, aseguraba Juan José Cortés, quien espetaba que los que deben estar encerrados son los “criminales y asesinos” y no “los niños”. Así hacía referencia a la sentencia que “culpa a los padres” de la pequeña Mari Luz.

En redes sociales también me culpan a mí de la muerte de mi hija. Una señora llamó diciéndome que no tenía que haber dejado a mi hija sola”, relata Cortés que insiste en que “nosotros sabemos quién es del barrio y quien no”.

Asimismo, Juan José Cortés también ha criticado la indemnización que recibieron por la muerte de su hija. “Es humillante que nos den 60.000 euros por la muerte de mi hija”, destaca Cortés, que califica de “rastrero” que el sistema judicial “justifique un fallo culpando a los padres”. “Un asesino no puede estar en la calle”, zanja.

El exdiputado del Partido Popular reconoce que el Juan José Cortés de hoy en día difiere del de aquella época. “Este Juan José Cortés ha tenido que tragar sapos y culebras en política”, señala antes de reconocer que se arrepiente de entrar en política para “que lo que le pasó a mi hija no vuelva a ocurrir”.

Era un empresario de éxito y mi ilusión era entrenar al equipo de mi tierra”, recuerda Cortés. “Ojalá no hubiera entrado en política porque no te aporta ninguna recompensa. He tenido que aguantar carros y carretas. Quizás el político frío, de carrera, no piensa en los problemas de la calle”, concluye.