Los ánimos en Sumar ya estaban caldeados desde hace uno meses y la revelación del informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO), que implica a ex altos cargos socialistas en un presunto entramado corrupto, ha terminado por dinamitar la escasa estabilidad de la que disfrutaba la parte minoritaria del Gobierno de coalición. La reacción de la formación magenta ante las explicaciones del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y las no garantías de que las corruptelas no pudieran salpicar más al PSOE y a parte de su ministros han escamado a una parte de Sumar.

Compromís, que ya se había mostrado descontento por la forma de gestionar el Grupo Parlamentario de Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, es la que más está apretando. El partido valencianista está conformado por Més, con un mayor peso y representados por Àgueda Micó, e Iniciativa, cuyo escaño está en manos de Alberto Ibáñez, y hace un par de semanas ya debatieron sí emanciparse, a petición de Més. Finalmente, la unidad imperó gracias a la promesa de renegociación de condiciones, pero la publicación del Informe Cerdán ha vuelto a avivar el debate.

Además, las diferencias también se están formando en el seno de Compromís, dado que los de Micó vuelven a apostar por separarse, algo que debatirán en sus órganos internos el próximo lunes, mientras que Iniciativa sigue apostando por quedarse cerca de Díaz. Con todo, la fragmentación puede ser doble, partiendo a la formación valenciana y, a su vez, haciendo perder a Sumar 1 de los 27 escaños de los que disfruta en el Congreso de los Diputados, poniendo rumbo Micó al Grupo Mixto en el que se encuentra Podemos desde 2023.

Los problemas de Sumar no se limitan a Valencia. Desde Baleares también llega un toque de atención de Més. La coalición conformada por Més per Mallorca y Més per Menorca, que cuenta con el escaño de Vicenç Vidal, está segura de que el conjunto de los magentas debería abandonar el Gobierno para tomar distancias con un PSOE al que amenaza la sombra de la corrupción, movimiento que por ahora descarta Díaz y los grandes partidos del movimiento, todos ellos con ministros dentro del Ejecutivo.

En Més planteaban tomar una decisión firme este jueves, pero finalmente han aceptado unas negociaciones con Sumar y han aplazado su reunión orgánica una semana, momento en el que se conocerá si los baleares dan el paso hacia el Grupo Mixto, lo que dejaría en 25 los escaños magentas. Cifra que podría reducirse otra unidad más si la Chunta Aragonesista también da el paso. Por el momento, el caso de los aragoneses es el menos tenso de todos, pero también ha abierto una mínima brecha.

El partido representado por Jorge Pueyo no ha anunciado todavía la fecha de reunión de sus órganos internos, pero el debate se está manteniendo y producirá una decisión. Desde la Chunta aseguran que la “pérdida de confianza” es “total” y que la corrupción se ha sumado a los “incumplimientos” del Gobierno con el territorio que representan, un cóctel que podría llevar a los aragoneses al palomar de la Cámara Baja, desde donde aseguran que no pondrían palos en la rueda del Ejecutivo.

Izquierda Unida vuelve a amenazar

El resto de formaciones que integran la coalición de Sumar y cuentan con escaño, los Comunes, Izquierda Unida (IU), Más Madrid y el propio Movimiento Sumar, tensan la cuerda, pero no han dado pasos reales que puedan derivar en una separación. Los catalanes son los que más escaños tienen, con 6; mientras que IU disfruta de 5 escaños y los madrileños de 2, además de los ministerios de Salud, a cargo de Mónica García, y Juventud e Infancia, regido por Sira Rego. El resto de escaños y ministros (Ernest Urtasun, Pablo Bustinduy y Díaz) llegan de la mano de los magentas.

La unidad entre estas fuerzas no parece estar en duda, por el momento, aunque desde Más Madrid e IU han querido mostrarse contrariados para marcar un poco de distancia. “Los riesgos de la legislatura están en estos momentos más altos que nunca”, ha pronunciado el coordinador federal de IU, Antonio Maíllo. No obstante, esta amenaza se asemeja mucho a otras anteriores que ha pronunciado el líder y que, finalmente, no han desembocado en nada.

Más Madrid también ha querido aprovechar para trasladar en la capital que son la opción “limpia” de la izquierda y han pedido “limpieza profunda”, pero poco más. Los Comunes han levantado un poco más la voz, aunque la sangre aún está lejos de llegar al río. Con todo, la crisis interna podría dañar un poco más a Sumar, baja en las encuestas y perdiendo escaños poco a poco. La formación magenta resistió las elecciones de 2023 con 31 escaños, pero perdió rápidamente los 5 de Podemos, de los que recuperó uno por la baja de Lilith Verstrynge, y ahora podría perder tres más, quedándose en 24.

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