Miles de teléfonos de todo el mundo de periodistas, dirigentes, activistas y altos responsables públicos han sido espiados por gobiernos que han utilizado el software espía israelí Pegasus. Se trata de una herramienta de la empresa israelí NSE que entre sus finalidades estarían la de ser usado contra el terrorismo o el crimen organizado. Eso en teoría, en la práctica han sido otros los usos, nada democráticos ni edificantes como el espionaje a disidentes o periodistas críticos, tal y como se conoce ahora tras las revelaciones de “Forbiden stories”, una asociación de diecisiete influyentes medios de comunicación como The Washington Post, The Guardian, Le Monde, Süddeutsche Zeitung o La Repubblica y la colaboración de Amnistía Internacional.

Entre los periodistas que han sido objeto de este espionaje figura Ignacio Cembrero, veterano y solvente reportero y quizás uno de los profesionales europeos de la comunicación mejor conocedor de la realidad y los entresijos del Magreb y Oriente Próximo y, muy especialmente, de lo que sucede en Marruecos. ¿Las causas? su objetividad traducidas en informaciones críticas sobre las autoridades marroquíes. Un dato que avala su profesionalidad: Marruecos se ha querellado en distintas ocasiones contra Cembrero por sus opiniones e informaciones sobre el país y sus dirigentes pero todas las denuncias terminaron siendo archivadas.

En esta entrevista a ElPlural.com, este periodista madrileño y criado en Luxemburgo, Bélgica y Francia y que estudió en Instituto de Estudios Políticos de París y en la Fondation Nationale des Sciences Politiques, explica aspectos de este “caso Pegasus” y de los detalles del espionaje que ha sufrido por el Gobierno de Marruecos. Un hecho que no le ha sorprendido porque ya percibía por distintas “pistas” que estaba siendo víctima de estas ilegales e irregulares prácticas.

Especialista en información del Magreb, las autoridades marroquíes se han querellado varias veces contra Cembrero y todas las denuncias han sido archivadas. Cembrero empezó en El País en 1979 como corresponsal en Oriente Próximo, en el Magreb y en Bruselas. Dejó el rotativo de PRISA en 2014 afirmando que se sentía “abandonado” por el periódico tras la querella presentada por el presidente del gobierno marroquí Abdelilá Benkiran contra él ante la Audiencia Nacional. Le acusaban de un presunto delito de “enaltecimiento del terrorismo” por publicar en un blog un vídeo de Al Qaeda. Pero de nuevo la querella no prosperó y fue archivada por el magistrado Gómez Bermúdez. Poco después de su salida de El País, fichó por El Mundo y también, al poco tiempo recibió otra denuncia, en este caso de un importante empresario marroquí. En 2015 deja el periódico.

Pregunta (P): ¿Qué sintió cuando tuvo esos datos? ¿Hasta dónde puede llegar el espionaje al que ha sido sometido a tenor de los datos que se puedan haber revelado? Usted es de las personas con más información sobre Marruecos entre el periodismo europeo

Respuesta (R): No fue del todo una sorpresa. Cuando me llamaron de “Forbiden stories” y me comunicaron que mi teléfono estaba entre los incluidos en la lista de espiados ya tenía serias sospechas. Ya tenía algún aviso y alguna certidumbre porque en un digital marroquí cercano al régimen aparecieron una serie de comentarios que hice por whatsapp a una persona relevante. En concreto a finales de junio en este periódico marroquí se publicaron dos comentarios míos que había realizado solo y exclusivamente en esta conversación sobre la crisis en las relaciones entre España y Marruecos. Era evidente que si esos comentarios solo se había producido en esa conversación y para nada en ámbitos profesionales o ni tan siquiera familiares, mis conversaciones estaban siendo intervenidas y mi teléfono hackeado.

“Es curioso que esta tecnología no sirva para entrar en teléfono de Estados Unidos. Sabemos que hay países que no quieren líos con Estados Unidos. En todo caso este software israelí ha servido de ayuda para el espionaje de periodistas y de activistas en todo el mundo” 

P: La investigación Pegasus Project, realizada en forma conjunta por 17 medios, dirigida por la organización francesa Forbidden Stories, reveló que activistas, periodistas y políticos de todo el mundo fueron objeto de espionaje a través del uso de un malware para teléfonos móviles llamado Pegasus, desarrollado por la empresa israelí NSO. Según la empresa israelí, Pegasus fue creado únicamente para ser utilizado contra delincuentes y terroristas, pero la investigación periodística reveló que los clientes de la empresa utilizaron el programa con otros fines. ¿A quién señala usted como probable autor y qué fines se perseguirían en su caso?

R: En mi caso señalo a dos responsables. Por un lado están los Servicios secretos de Marruecos. Es más que constatable que Marruecos posee una larga trayectoria en cuanto al espionaje de muchos de sus exiliados. Pero por otro están aquellos que proporcionan los elementos para intervenir mi teléfono móvil. Se suponen, y así lo dicen, herramientas para combatir el crimen organizado y el terrorismo y es evidente que yo no estoy en ninguna de esas dos partes. Esta empresa ha permitido un mal uso del producto que vendió, por tanto también es responsable. Es curioso que esta tecnología no sirva para entrar en teléfono de Estados Unidos. Sabemos que hay países que no quieren líos con Estados Unidos. En todo caso este software israelí ha servido de ayuda para el espionaje de periodistas y de activistas en todo el mundo.  


“Que en España figure solo un teléfono espiado, el mío, es difícil de creer. Mucho más si entendemos que España es una prioridad para la inteligencia marroquí. Yo he sido espiado, sí, pero seguro que también muchas más personas”

P: Se rumorea que podrían estar también siendo espiados con este sistema, además de periodistas determinados, altos cargos de la administración española. ¿Tiene alguna información al respecto?

R: Es un misterio que mil móviles franceses hayan sido intervenidos en este caso. También seis mil móviles argelinos. Y que en España solo figure uno, el mío, es difícil de creer. Mucho más si entendemos que España es una prioridad para la inteligencia marroquí. Yo he sido espiado, sí, pero seguro que también muchas más personas. Es algo que no paro de preguntarme, el por qué solo aparece mi nombre. Es totalmente incomprensible. He preguntado y continúo preguntando y no obtengo respuesta. Estoy seguro de que el futuro se conocerán más nombres de periodistas, empresarios, personas relevantes, políticos o activistas.

P: En su opinión, ¿nos encontraríamos ante una poderosa técnica de espionaje y una nueva herramienta arma para la vigilancia y el control de lo que algunos regímenes autoritarios consideran “enemigos” tales como resistentes, opositores y periodistas independientes?

R: Esto ha sido solo la evidencia absoluta y la demostración palmaria de ello. Y no solo se producen estas prácticas en países no democráticos y que faltan a los derechos humanos sino que también estados en zona gris y ambigua como pueden ser México o la India. En Europa solo Hungría ha usado este programa. Nos hallamos ante la prueba de cómo se persigue a los periodistas o a cualquiera que se le considere “enemigo”. Nos hallamos ante una oportunidad para poner orden en esto y en la venta de estos sistemas.

“Quizás comiencen a aparecer nombres de muchas más personas que lo han sufrido en España y no sería nada extraño que entre ellos se hallen el de dirigentes del Partido Popular, no me sorprendería en absoluto…”

P: Al comprobar que estas prácticas no han sido llevadas a cabo por piratas informáticos o por grandes potencias empeñadas en la hegemonía del mundo, sino que se trata de una empresa privada, ¿ve urgente y necesario un control más severo o una regulación más eficaz sobre este tipo de empresas?

R: Sí y ahora es el primer paso. Será un camino de largo recorrido, sin duda pero en algunos años lo veremos. Se trata de un paso democrático que hay que dar y lograr.

P: ¿Cómo ve la posición política en España en cuanto a los recientes pronunciamientos, actitudes y gestos del principal partido de la oposición, el Partido Popular, en relación a este hecho en concreto y en general con la crisis acontecida en las relaciones entre España y el Reino de Marruecos?

R: Da la impresión que el Partido Popular está más cerca de Marruecos que de España. Cuando lo lógico es que en estas situaciones la oposición cierre filas con el Gobierno, se produce lo contrario. Es incomprensible que suceda esto ¡Pero atención! que si como comentaba antes, mil personas en Francia han tenido sus teléfonos intervenidos o seis mil en el caso de Argelia, que nadie dude de que en España existen muchos más teléfonos hackeados que el mío y más espiados que mi caso. Quizás comiencen a aparecer nombres de muchas más personas que lo han sufrido en España y no sería nada extraño que entre ellos se hallen el de dirigentes del Partido Popular, no me sorprendería en absoluto… a ver qué cara se le pone entonces a los dirigentes del PP.