Mientras la Comunidad de Madrid, que dirige Ignacio González, está ya en guerra abierta con el Gobierno de Rajoy por la ley antitabaco que bloquea, según cree, el proyecto de Eurovegas, Sheldon Adelson ha reconocido en un encuentro con inversores en Londres que sigue sin tener la financiación para la primera fase del proyecto, unos 4.500 millones de euros. Entre las exigencias del magnate a Madrid está un crédito sindicado con varias entidades bancarias por una cantidad similar.

Madrid, proyecto real o moneda de cambio
El vicepresidente de Las Vegas Sands, Ron Reese, ha confirmado a El Confidencial que los directores de la compañía se han reunido con inversores y existe el interés en desarrollar proyectos en Japón y en otros países de Asia, algo que no es nuevo. La compañía siempre ha sido clara en esto". Tal planteamiento lleva a cuestionar si las exigencias del magante Adelson de modificar normativas españolas como requisito para traer el proyecto a Madrid no es sólo un pretexto para mantenerlo en suspenso a la espera de mejores oportunidades en Asia.

Según algunos de los asistentes a la reunión de Adelson con inversores en Londres, el magnate quiere usar Madrid como moneda de cambio para conseguir mejores condiciones en un hipotético proyecto en Tokio.

Limitar juegos en Internet
El dueño de Las Vegas Sands no se ha cortado a la hora de lanzar exigencias a Madrid en lo que concierne a determinadas normativas, como la ley antitabaco. Adelson quiere, también, que se elimine o límite al máximo la competencia de los juegos en Internet. De acuerdo con las cifras que maneja la compañía, el negocio en la red le ha quitado un 20% de clientes.

Que los clientes tributen en sus países de origen
Pero no es todo, en su lista, el magnate incluyó que los los ganadores de premios puedan tributar en sus países de origen y que se faciliten los medios de transportes para que los visitantes al complejo puedan llegar y salir rápidamente del complejo Eurovegas. El magnate exige una conexión directa con Barajas y, no sólo eso, también un aeropuerto reservado a vuelos ejecutivos, un servicio que ofrece en el resto de sus casinos, según ha podido saber la SER.

A lo anterior hay que añadir una de las exigencias de más peso de Adelson, que afecta a la financiación: un crédito sindicado con varias entidades que apuesten por su proyecto y que asciende a unos 3.000 euros.