El Gobierno de España quiere promover que en las aulas se imparta formación para que el alumnado aprenda a detectar bulos y fake news. Bajo el título de “alfabetización mediática”, el Ejecutivo de coalición incluye este plan en el llamado Plan de Acción por la Democracia.
El PSOE ha dado un primer paso en esta línea registrando una Proposición No de Ley (PNL) para que la cuestión se debata en la Comisión de Educación. De forma más detallada, el plan de los socialistas pasa porque se inculque al profesorado de Educación Primaria, Secundaria, Bachillerato, FP y enseñanza de idiomas formación en “lenguaje audiovisual, cinematográfico y en su didáctica” con el objetivo de combatir la “desinformación”.
Asimismo, se pretende emplazar a las administraciones educativas que exploren “acuerdos con las academias de cine de las distintas comunidades autónomas” para que en los centros exista asesoramiento en lo referido a “la alfabetización y creación audiovisual”, tal y como publica este martes El Confidencial.
Asimismo, el objetivo del texto socialista pasa por dar forma a un “equipo de profesionales de la educación y expertos audiovisuales” para crear una plataforma que almacena recursos para que el profesorado se forme “en didáctica y narrativa audiovisual”. En concreto, el material dispondrá de una “selección de material audiovisual” que sirva de referente en función de “criterios de calidad”.
El PSOE quiere dar luz verde a la enseñanza en las aulas de “habilidades y capacidades técnicas, cognitivas, sociales, cívicas y ética” que hacen falta para “analizar los contenidos mediáticos de manera crítica y desarrollar una actitud activa frente a los mismos”.
El 72% de la ciudadanía se ha creído algún bulo
Los socialistas se apoyan para la propuesta en un informa de la Universidad de Navarra, según el cual más del 70% de la población española reconoce que en algún momento ha creído como verídico algún mensaje, imagen o vídeo. Entretanto, más del 80% de la población se reconoce preocupada por la desinformación, mientras que cerca del 70% aboga por la educación mediática.
Los socialistas apelan a que actualmente nos encontramos ante una “saturación visual” que “condiciona nuestra forma de percibir la realidad, poniendo en peligro a la ciudadanía que consume estos mensajes como espectadores pasivos”. Con ello, apuestan por una situación que “sólo puede ser modificada con una mirada crítica y responsable, que únicamente se reconstruye a través de una sólida educación artística, técnica y del aprendizaje de los lenguajes que construyen estos mensajes”. (El conocimiento) de los “lenguajes plásticos, visuales y audiovisuales no se produce de manera natural, sino que exige un aprendizaje progresivo para el desarrollo del pensamiento crítico”, asevera.
El primer partido que puso esto sobre la mesa fue Sumar. El partido magenta llevó en una PNL hace semanas una red pública social que permitiera poner en marcha programas públicos con el mismo nombre -de “alfabetización mediática”- que permita pelear contra esa desinformación que, acusa la izquierda, llega desde algunas élites y grupúsculos (o grupos) de extrema derecha.
La idea es clara: “Fomentar programas de educación digital y alfabetización mediática que permitan a los ciudadanos comprender mejor los riesgos asociados con la desinformación y las dinámicas de poder que están en juego en la era digital”.
Plan de Acción para la Democracia
El Plan de Acción para la Democracia consiste en una serie de medidas para frenar la desinformación. Presentado el pasado mes de septiembre por el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, consta de una hoja de ruta con 31 medidas que el Gobierno prometió implementar durante los próximos tres años y que persiguen “reforzar la limpieza de nuestra democracia y dotar de mayor transparencia al ecosistema de los medios de comunicación con el fin de garantizar una información veraz”.
Entre sus elementos de acción se encuentra un mayor contacto entre Gobierno y ciudadanos para que los segundos puedan comprender mejor las políticas públicas, reforzar la independencia en el espacio de los medios de comunicación o, dentro del apartado publicitario, el deber de publicación anual de inversión publicitaria por parte de todas las administraciones públicas.
Asimismo, entre los puntos se encuentra impulsar una ley del secreto profesional al personal de la información como garantía jurídica para la protección de las fuentes o acabar con las sanciones que perciben los periodistas por desarrollar su trabajo cuando esto implica cubrir las actuaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.