El Gobierno cerraba el curso político hace ahora tres semanas con un mal sabor de boca. El último pleno celebrado en en el Congreso de los Diputados, bautizado como escoba, albergó una gran lista de medidas que recibieron el apoyo mayoritario; sin embargo, las vacaciones no comenzaron como habrían gustado a la coalición tras decaer la más sustancial de las normas: el real decreto ley antiapagones. En las horas posteriores, las principales cabezas del Ejecutivo anunciaron que volverían a la carga con celeridad para sacar adelante el paquete de reformas y no ha habido que esperar mucho.
El Consejo de Ministros del 29 de julio volvió a poner en marcha el reloj al impulsar por la vía de urgencia parte de las medidas contempladas en la norma a través de diferentes vías y este lunes concluye el plazo de presentación de alegaciones. No obstante, de entre las modificaciones con las que el Gobierno pretende evitar que vuelva a repetirse un fundido a negro nacional, como el que se vivió el pasado 28 de abril, se echan en falta las contempladas para el fomento del autoconosumo.
Este ámbito fue uno de los más destacado por la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, para criticar el voto en contra de formaciones del espectro de la izquierda parlamentaria, como Podemos, BNG o incluso el diputado de la Chunta Aragonesista, incluido en la coalición de gobierno a través de Sumar. La estrategia de desgaste al Ejecutivo de Partido Popular (PP), Vox y UPN era más esperable y con los votos de Junts a la contra poco había que hacer, pero los 165 votos favorables frente a los 183 instalados en el 'no' dolieron especialmente a los socialistas.
El resultado también contrarió a la sociedad civil. Una gran suma de asociaciones ecologistas habían apoyado el real decreto, de la misma manera que las principales patronales del sector. Precisamente en la cesión de "más poder" a estas últimas radicó el voto en contra de Podemos y BNG, pese a que desde el Ejecutivo negaron la mayor. Con todo, finalmente decayeron una serie de reformas que buscaban fomentar el autoconsumo y la apuesta por las energía renovables, dejando en el aire el futuro de unos varios de miles de millones en inversiones, según advirtieron desde el propio sector.
El impulso al autoconosumo tendrá que esperar
Una de las reformas que terminó por morir en la orilla y que ahora las organizaciones sociales reclaman al no haber sido de las recuperadas es la expansión del autoconosumo compartido hasta los cinco kilómetros y los cinco megavatios de potencia, abordaje que impulsaba por primera vez las comunidades energéticas reales. Este y otros artículos se han quedado fuera de la maniobra de troceo del Gobierno, aunque desde Moncloa garantizan que serán recuperadas y aprobadas en sede parlamentaria.
El propio presidente del Gobierno, ausente de la votación por una gira internacional, confirmó los pasos que ahora se están dando. "Lo que está haciendo el Gobierno de España es ver, de todas las medidas, cuáles son susceptibles de ser aprobadas no por un real decreto-ley, sino por un real decreto que haga que nuestro sistema sea más resiliente, y en eso es en lo que está trabajando ahora mismo la vicepresidenta tercera del Gobierno", anunció Pedro Sánchez durante su habitual comparecencia de balance del curso.
Asimismo, garantizó que, "tan pronto como sea posible", el resto de medidas del decreto para reforzar el sistema eléctrico que sí requieren de la convalidación de las Cortes Generales volverán a abordarse. "Frente al oportunismo irresponsable de algunos, la industria española debe saber que siempre va a contar con el compromiso del Gobierno de España y que, antes o después, por mucho ruido que haya, por muchas zancadillas que intenten poner, vamos a sacar adelante las medidas que son necesarias para hacer más resiliente al sistema eléctrico en nuestro país", se comprometió.