Felipe González, expresidente del Gobierno, y Alfonso Guerra, exvicepresidente del Gobierno, han concedido una entrevista conjunta en la que se han despachado a gusto contra la dirección actual del PSOE. La vieja guardia socialista ha acudido a Espejo Público a falta de poco más de un mes de la celebración del Congreso Federal en el que Pedro Sánchez será reelegido como secretario federal y han criticado las “cesiones” del jefe del Ejecutivo a cambio de conseguir mayorías en el Congreso de los Diputados.

No se puede pactar y ceder en todo para tener mayorías”, ha cargado Guerra, que ha lamentado que actualmente no se pueda discrepar en el seno del partido. “Hay gente que parece que quiere volver a la dictadura y en cuanto tienes una opinión diferente parece que estás traicionando”, ha señalado. En la misma línea, aunque con afirmaciones menos duras, ha apuntado González, que ha lamentado que actualmente los comités federales sean meros trámites y ha deslizado que existen varios candidatos que podrían suceder a Sánchez al frente del PSOE.

No hay un solo comité federal que dure más de hora y media, nosotros no hicimos ninguno que durase menos de un día y medio”, ha comparado, asegurando que, en contraposición, antes el PSOE “era un partido vivo y que discutía las cosas”. Sobre el liderazgo de los del puño y la rosa ha dejado claro que “podría no ser Sánchez y habría candidatos de envergadura para serlo”, ha trasladado el expresidente. No obstante, ha preferido no deslizar los nombres que le rondan la cabeza para no acabar con ellos políticamente.

"Hay quien dice que no hay nadie que pueda sustituir a Sánchez. Tengo en la cabeza varios (candidatos alternativos), pero si lo que sale de mi cabeza se conoce públicamente está muerto", ha trasladado. Las críticas de ambos exmandatarios han continuado, teniendo ambos la seguridad de que pueden realizarlas sin ser “purgados” por quienes son. “Si no hubiéramos creado el PSOE que deriva del Congreso de Suresnes, habríamos sido purgados”, ha garantizado González. Palabras con las que ha coincidido Guerra, añadiendo que “estamos en un momento que recuerda un poco a 1934”.

Contra el independentismo

“En aquel momento se avisa de que va a venir la extrema derecha y el PSOE reacciona decidiendo sacar una revolución”, ha criticado Guerra la reacción de las fuerzas de izquierdas a las políticas que por aquel momento desarrollaba la CEDA, equiparándola a la situación actual. “Que viene la extrema derecha y si viene pactemos con Puigdemont, que también es extrema derecha”, ha lamentado, dejando en el aire un dardo revestido de deseo: “ojalá tuviera mayoría absoluta y no tuviese que depender de delincuentes fugados que redactan su propia ley de Amnistía”.

La relación del Gobierno con los partidos nacionalistas para aglutinar mayorías parlamentarias ha sido el ámbito que más críticas ha centrado. “El indulto era posible, pero el derecho de gracia, la amnistía es pedir perdón. Yo no estoy dispuesto a dar el paso de pedir perdón porque no hay ninguna razón y nos deslegitima frente a todos”, ha espetado González, matizando que su posición es la coherente. “Yo ayudo a la coherencia del partido y, cuando la pierde, intento no perderla”, ha explicado.

Además, esto es, ha asegurado, lo que defendía el partido tiempo atrás. “En este partido la tragedia es que la discrepancia es estar de acuerdo con lo que decía el partido en su programa electoral o en sus partidos. Porque se cambia por los siete votos de Puigdemont”, ha continuado. Esta política de partido ha sido considerada por ambos como un error.  “Se debe tener vocación mayoritaria porque uno debe ofrecer un proyecto a la sociedad que represente a la mayoría. Es seguro que no tendrás mayoría si no te lo crees”, ha zanjado González.