"La carga política del enclave, su exposición mediática y la reiteración de concentraciones ideológicas" en el mismo espacio lo convierten en un escenario donde confluyen factores simbólicos y emocionales susceptibles de atraer "a terceros con agendas distintas", estas eran algunas de las líneas con las que la Delegación del Gobierno en Madrid justificaba en un comunicado que haya sido prohibida la manifestación prevista en conmemoración del 20N y que La Falange tenía intención de celebrar este próximo viernes recorriendo las calles del centro de Madrid concluyendo su recorrido en la calle Ferraz, vía en la que se encuentra la sede del Partido Socialista.

Esta decisión que se ha tomado tiene entre sus motivos hallar que el último tramo de esta protesta que La Falange pretendía llevar a cabo representa el punto de "mayor vulnerabilidad". No solo eso, sino que también se ha apuntado a que existe "un riesgo cierto, real y objetivamente acreditado de alteraciones del orden público con peligro para personas y bienes". En este sentido, no se han contemplado otras variantes para permitir que se celebre esta manifestación, ya que la Delegación del Gobierno de Madirid ha subrayado la imposibilidad de adoptar medidas menos restrictivas, tales como el cambio de ubicación o modificación del recorrido, pues se entiende desde esta institución que no resultaría suficiente para neutralizar el riesgo existente.

Esta manifestación que ha sido prohibida no se convocaba un día cualquiera, sino que se hacía coincidir con el  aniversario de la muerte de Franco, lo cual planteaba que se diera un clima de especial tensión, tal y como se ha marcado al exponer que este marco incrementa de manera significativa "el riesgo real y objetivamente acreditable de alteraciones del orden público", además de constituir factores de movilización emocional para colectivos de carácter violento, tal y como ha remarcado la Delegación.

Un conglomerado de circunstancias posibles y que, con gran probabilidad, podrían darse que han llevado a denegar que La Falange realice esta protesta en las céntricas calles de Madrid. De hecho, se ha alegado también que existen razones objetivas y fundadas para prever que durante la manifestación puedan producirse discursos de odio y humillación expresa de las víctimas del franquismo, incitación a la violencia o exaltación de la dictadura franquista, a la vista del historial del convocante, del contexto de tensión social descrito y de los antecedentes inmediatos. El propio hecho de que los integrantes de esta formación realicen su saludo y entonen su himno constituiría ya un elemento de especial sensibilidad ya que, tal y como se expone en su página web, estos son "brazo derecho en alto con la mano extendida" y el "Cara al Sol". 

Según ha podido conocer ElPlural.com, La Falange ha recurrido la decisión de la Delegación del Gobierno de Madrid con la intención de que se levante esta prohibición.

Recientemente, tanto como que se produjo hace escasos días, está el recuerdo de la manifestación convocada por el grupo de ultraderecha Núcleo Nacional el pasado 8 de noviembre. Una movilización que tuvo que ser disuelta con cargas policiales en el centro de Madrid, registrándose quema de contenedores, daños en el mobiliario urbano y lanzamiento de objetos conforme a información de fuentes policiales.

Por todo ello, la Delegación del Gobierno ha decidido no permitir que la protesta se celebre al amparo de lo previsto en el artículo 10 de la Ley Orgánica 9/1983, de 15 de julio, reguladora del Derecho de Reunión, por no existir "medidas menos restrictivas capaces de garantizar la seguridad de las personas y bienes".

La manifestación había sido convocada por La Falange Española bajo el lema, 'No parar hasta reconquistar'. El recorrido estaba previsto que comenzara en la calle Génova, 26 con fin en la calle Ferraz.

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