El PSOE ha descargado toda la presión sobre Alberto Núñez Feijóo. Pedro Sánchez ha dado su sí a las propuestas de debate de los cuatro grandes grupos audiovisuales (RTVE, Atresmedia, PRISA y Mediaset), mientras el Partido Popular “continúa deshojando la margarita”; como los “gimnasios en enero, que uno se apunta, pero nunca va”. Voces de la estructura socialista enmarcan su respuesta a esta convocatoria en el protocolo habitual y no entienden que desde Génova aireen una supuesta reunión entre ambos para el lunes. “Este es el proceso. No hay más”, convergen miembros de la ejecutiva federal, entre críticas a los conservadores por “marear la perdiz” y envolver en una amalgama de excusas, estrategias y “trampas” sus reticencias a confrontar modelos.
Nadie está libre de tacticismo y mucho menos en un periodo preelectoral -otro más-. Cada palabra, movimiento o acción está perfectamente escrutado. Tras el adelanto de los comicios, previo análisis de los resultados y de la situación post 28M, los socialistas identificaron que habían claudicado ante el PP en la batalla por el relato, de ahí que el PSOE diera un giro de 180 grados al diseño de su campaña: más presencia en medios y menos actos, pero más contundentes. El presidente del Gobierno, acorde al diagnóstico, puso sobre la mesa la celebración de un debate cara a cara semanal con el candidato popular hasta el 23 de julio. Sin embargo, Génova dio un portazo a la propuesta y a las sucesivas apelaciones de los socialistas para “confrontar modelos” y “aportar más información” al votante.
Instalados en el no por sistema, una cohorte de emisarios del Partido Popular, incluido el propio Feijóo, edulcoraba su rechazo bajo la premisa de que el jefe de la oposición “por supuesto” que quiere debatir. Desde Génova, mientras calificaban la propuesta de Moncloa como una “excentricidad”, se aferraban a la negativa de Sánchez en 2019 a mantener un ‘cara a cara’ con su anterior líder, Pablo Casado. Un argumento al que permanecen abonados los conservadores, a pesar de que esta misma semana trasladaron por carta sus condiciones para los debates con todos los grupos y los cara a cara; a pesar de que estos últimos los planteaban como un duelo contra el Gobierno y no contra el presidente en exclusiva.
El vicesecretario general de la formación, Esteban González Pons, manifestó que Moncloa tenía que elegir entre un debate a tres, con Yolanda Díaz, o en su defecto, escoger cuál de los dos representaría al Gobierno. En resumidas cuentas, un movimiento para buscar la fractura en el Ejecutivo y, de igual modo, neutralizar la baza del ‘voto útil’ del candidato socialista. La jugada, claro, no gustó en Ferraz. Fuentes próximas a la dirección del partido la calificaron como una “provocación más” e incluso este mismo jueves, María Jesús Montero, ministra de Hacienda, lo ha definido como una “trampa más” para eludir la batalla dialéctica.
Jaque al PP
El recién estrenado spin off da un giro de guion, que no por menos previsible resulta llamativo. El PSOE ha respondido este jueves a las ofertas de los cuatro grupos de comunicación con un sí que pone al Partido Popular entre la espada y pared. Los socialistas buscan la imagen de un debate con la silla vacía de un Feijóo que sigue sin responder a las convocatorias de los medios. Desde Génova, fuentes de la dirección nacional consultadas por ElPlural.com deslizan que han emplazado al PSOE a una reunión para este próximo lunes. Así lo ha verbalizado también el portavoz popular Borja Sémper.
No obstante, voces autorizadas del escalafón socialista aseguran que ni siquiera han oído hablar de esta convocatoria. “Será una historia de ellos para seguir mareando la perdiz. No sabemos qué es ni a qué obedece”, comenta a este periódico un dirigente del partido, aduciendo que el PSOE está actuando con arreglo al procedimiento habitual, de tal manera que son los grupos de comunicación los encargados ahora de convocar a los diferentes partidos para acordar los flecos de los debates. “Nosotros estamos aceptando los debates que organizan los medios. Estamos a la espera de que nos citen para concretar detalles. A esta hora el PP no ha aceptado ninguno”, comentan fuentes del partido que incluso afean a los populares sus “maniobras para embarrar” el procedimiento. “A pesar de todo, no pueden ocultar que el PSOE ha dicho ‘sí’”, rematan.
El tira y afloja continúa
En el cuartel general del Partido Popular se mantienen firmes. Quieren llevar el tempo del relato, también en esta parcela, y a pesar de admitir que tienen “numerosas ofertas” de diversos medios sobre la mesa, se ceñirán a un “criterio propio”. "Nos vale también un formato a tres (Sánchez, Feijóo y Díaz), porque entendemos que reflejaría mejor todas las sensibilidades del Gobierno a la hora de medirse con nuestro candidato”, ha verbalizado este jueves Sémper en la presentación de nuevas acciones de campaña.
Entre tanto, en un acto, el presidente del Gobierno ha cargado las tintas contra el PP ante las “reticencias” de Feijóo para debatir. El jefe del Ejecutivo subrayaba la respuesta afirmativa del PSOE a los debates, mientras lamentaba que los conservadores continuasen “deshojando la margarita”. “Me vais a permitir la broma, para Feijóo los debates son como los gimnasios en enero; uno se apunta, pero nunca va”, ha bromeado un Sánchez que se preguntaba por los “temores” de sus adversarios para confrontar modelos ante la ciudadanía. Enmarca la negativa del Partido Popular en una ausencia de propuestas más allá de la “derogación”; además de su “imposibilidad de explicar el esperpento del intercambio de votos por derechos”, una alusión clara a los pactos con la ultraderecha en Valencia y los requiebros a la hora de expresarse sobre violencia machista.
La ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María José Montero, ha recorrido el mismo camino que el jefe del Ejecutivo. Cree que el PP no sabe “qué excusas buscar”, reafirmando la necesidad de un cara a cara entre los dos únicos candidatos con opciones reales a presidir el Gobierno. “¿Por qué ponen a Sumar por encima de otras formaciones políticas que han tenido un mejor resultado en las elecciones?”, se preguntaba la dirigente socialista ante los micrófonos de RNE. Por ello, entiende que la carta de Pons de esta semana no es sino una “trampa más” para “enredar y generar ruido”. “¿Qué miedo tiene Feijóo a debatir con Sánchez?”, zanjaba.