El diputado de Sumar Íñigo Errejón ha dimitido este jueves tras ser señalado por denuncias anónimas de acoso sexual. Según han confirmado fuentes del partido Más Madrid a la Cadena Ser y ha podido ratificar ElPlural.com, Errejón confirmó la veracidad de estas acusaciones cuando fue contactado por la dirección del partido a principios de semana. Las denuncias se difundieron inicialmente a través de redes sociales, lo que motivó a la formación a convocar una reunión urgente para analizar la situación y determinar los pasos a seguir.

Tras la confirmación de los hechos por parte de Errejón, Más Madrid solicitó a Sumar que exigiera su renuncia al escaño, lo que finalmente ocurrió este jueves. En el comunicado en el que anunció su dimisión, el político no hizo referencia directa a las acusaciones, pero mencionó haber alcanzado “el límite de la contradicción entre el personaje y la persona”, una reflexión que algunos interpretan como una alusión velada a la presión. personal y política que enfrentaba. 

"Ante las informaciones conocidas esta semana, y tras comprobar su verosimilitud, Más Madrid exigió a Sumar la dimisión de Íñigo Errejón. Somos y seremos un partido comprometido contra la violencia machista", ha escrito Más Madrid en su cuenta de X.

Sumar, por su parte, ha emitido un comunicado señalando que ha iniciado un proceso para recabar más información sobre las acusaciones contra Errejón. Según expresaron en un mensaje publicado en X, el partido está investigando los detalles que han salido a la luz en los últimos días para tomar una decisión informada sobre el.

La carta íntegra de Errejón

En los últimos meses, y de forma más insistente en las últimas semanas, he ido pensando en que tenía que tomar algunas decisiones importantes. Hoy ha llegado el día de hacerlo.

Llevo prácticamente desde que tengo uso de razón comprometido y militando políticamente. Esa es mi forma de estar en el mundo. Pero desde hace diez años ocupo posiciones de representación pública en la política institucional y de altísima visibilidad y exposición mediática. He tenido el privilegio de defender las ideas que considero más hermosas y justas, y de hacerlo en una de las décadas más intensas, pero también más duras, de la política española. Eso conlleva muchas experiencias, aprendizajes y motivos de orgullo. Pero también genera un tipo de vida, una cotidianidad, una subjetividad, un tipo de vínculos con el entorno, con la fama y con los demás que pasan factura. El ritmo y el modo de vida en la primera línea política, durante una década, ha desgastado mi salud física, a mi salud mental y a mi estructura afectiva y emocional. Creo que esto es algo que en mayor o menor medida experimenta toda y todo el que esté en esta posición durante un tiempo prolongado.

En la primera línea política y mediática se subsiste y se es más eficaz, al menos así ha sido mi caso, con una forma de comportarse que se emancipa a menudo de los cuidados, de la empatía y de las necesidades de los otros. Esto genera una subjetividad tóxica que el sistema de hombres el patriarcado multiplica, con compañeros y compañeras de trabajo, con compañeros y compañeras de organización, con relaciones afectivas e incluso con uno mismo.

Yo, tras un ciclo político intenso y acelerado, he llegado al límite de la contradicción entre el personaje y la persona. Entre una forma de vida neoliberal y ser portavoz de una formación que defiende un mundo nuevo, más justo y humano. La lucha ideológica es también una lucha por construir formas de vida y relaciones mejores, más cuidadosas, más solidarias y, por tanto, más libres. No se le puede pedir a la gente que vote distinto de cómo se comporta en su vida cotidiana.

Llevo tiempo trabajando en un proceso personal y de acompañamiento psicológico, pero lo cierto es que para avanzar en él y para cuidarme, necesito abandonar la política institucional, sus exigencias y sus ritmos.

Anuncio así, como he comunicado a mis compañeras y compañeros responsables, mi dimisión como portavoz del Grupo Parlamentario Plurinacional de Sumar, dejo el escaño en el Congreso y todas mis responsabilidades políticas. Siempre seguiré militando y comprometido, pero para mí se acaba esta etapa política institucional y espero contribuir así a la renovación generacional y de cuadros e ideas que las fuerzas democráticas y populares necesitan.

Termino la etapa más importante de mi vida. Una etapa dura y apasionante. Con aciertos de los que estoy orgulloso y errores que espero contribuir a reparar con esta decisión.

Un abrazo fraternal a todos los compañeros y compañeras de todos estos años.

Salud.

Íñigo Errejón