Que Alberto Núñez Feijóo es uno de los barones más críticos con la gestión de Pablo Casado al frente del Partido Popular no es un secreto. Tras el anuncio de las intenciones de abandonar Génova, el presidente de la Xunta ya salió para enmendar la decisión y contrariar la “desmemoria” con las etapas del pasado. Esta vez, si bien ha hilado más fino en su entrevista con La Razón, ha puesto tareas a su jefe tras el 4M y el cambio de tendencia en las encuestas.

Feijóo entiende que las elecciones a la Comunidad de Madrid han sido “un buen termómetro”, aunque aboga por no dormirse en los laureles y “seguir haciendo lo que ha hecho”. Preguntado por la diversidad de lecturas que emanan de Génova tras estos resultados, el máximo mandatario gallego cree que unos comicios son fruto de “un equipo”, dando un portazo al mantra predominante que le otorga a Isabel Díaz Ayuso la titularidad del triunfo. “No gana un candidato sin partido ni equipo, ni gana un partido sin equipo ni candidato”, reflexiona.

En su particular tira y afloja con su homóloga madrileña, el gallego entiende que el Partido Popular ha de ser la casa común del centro político del país. “Hay que recoger a todo el espectro ideológico de centro amplio y a todos los que no estén de acuerdo con la política de Pedro Sánchez”, asegura. En este sentido, remarca que de los 900.000 votos que el PP mejora en Madrid, hay cien mil que proceden del PSOE, lo que a su juicio refrenda la postura más moderada de los conservadores.

Pero no sólo de votantes de socialistas vivió Ayuso, pues 500.000 electores de Ciudadanos abandonaron a la formación naranja para engordar a la candidatura popular. Sin embargo, en lo relativo a la OPA hacia la fuerza liberal, Feijóo se desmarca de “fichar por fichar” a miembros de este partido y aboga por tirar de cantera porque “es mejor que la de otros partidos”.

Feijóo remarca la vitalidad que supone que el electorado vea al Partido Popular como una “alternativa de Gobierno” y para que esto se cumpla se requiere de un “equipo sólido” que sepa lo que quiere y que esté conformado por un “buen cuadro de gestores”. “Si incorporar a gente de Ciudadanos ayuda a estas metas, pues adelante, pero fichar por fichar no tiene sentido”, subraya.

Ruptura con el pasado

El presidente gallego subraya que en Génova hay “personas que han estado en el Gobierno” y cree que el PP cuenta con el candidato “más serio” a La Moncloa si se compara con el resto de líderes. “No tengo duda de que es al que más le preocupa España”, apostilla Feijóo, quien aprovecha este valle para recordar a Casado la importancia de los dirigentes de etapas anteriores.

En su momento, Feijóo fue una de las voces críticas para con la decisión de Casado de mudarse de Génova. Defendía a capa y espada que no se podía romper con la herencia recibida por algunas personas puntuales. Es por eso que considera fundamental recuperar a “todos”, en alusión a los representantes de las “etapas de Rajoy y Aznar”.

Tenemos ministros con mucha experiencia, secretarios de Estado magníficos…”, reflexiona el gallego, quien considera que aún tienen mucho que ofrecer y cree que “están llamados a tener más responsabilidades”. De hecho, cree que si Aznar y Casado deben estar en la Convención del próximo mes de otoño y si están “juntos en el mismo día y a la misma hora, mejor”.

Feijóo ve a Aznar y a Rajoy como “personas honorables” que contaron con gente que no lo era en sus equipos, por lo que pide no simplificar el debate al considerar que “todas las personas de un partido son corruptas porque en sus organizaciones políticas hayan militado personas no honorables”.

Rebaja el triunfalismo

Las elecciones de Madrid han sido un soplo de aire fresco para Génova, sobre todo tras el fracaso de Cataluña, donde no aprovecharon la estrepitosa caída de Ciudadanos. Con el viento a favor que otorgan ahora unas encuestas favorables, en Génova muchos dan la legislatura por amortizada y redoblan la presión sobre Sánchez para que adelante unas generales previstas para finales de 2023.

Sin embargo, Alberto Núñez Feijóo hace un llamamiento a la prudencia y a la calma, pues ha recordado que la convocatoria electoral es de las pocas competencias intransferibles de un presidente y que la legislatura acabará cuando él lo estime oportuno. La sensación del gallego es que “va a durar mucho todavía”.

Lo que sí ve claro el presidente de la Xunta es que el Ejecutivo de coalición “está sometido al desgaste del desgobierno”, que considera “muy superior” al que produce la propia acción de gobernar.