Isabel Díaz Ayuso ha visitado Nueva York y Washington para presentar Madrid, se supone, “como referente económico, político y cultural en la mayor potencia mundial”. En este viaje, la Presidenta de la Comunidad ha entrado en el delicado tema de la actuación española con las comunidades indígenas americanas como un caballo en cacharrería.

Para la presidenta madrileña, España llevó en su conquista la libertad. Pero más aún. Reivindicó el legado español en América, sobre todo en el momento en el que hay una revisión maniquea de la historia, “no solo por parte del nuevo comunismo, que es el indigenismo que está por todo el continente, sino también por parte de algunas tendencias que provocan que en Estados Unidos se derriben estatuas o se cuestione la fiesta del 12 de octubre”.

En una muestra más de que sus imprudencias no tienen fin, la Presidenta ha ido más lejos criticando al propio Papa Francisco quien había pedido perdón en una carta al presidente de México por los pecados cometidos en la conquista española. A ella le ha sorprendido que un católico que habla español se pronuncie sobre un legado que, precisamente, consistió en llevar el español,  y a través de las Misiones, el catolicismo y, por tanto, “la civilización y la libertad al continente americano". Al expresar su crítica hacia el Papa Francisco, olvidó a dos Papas anteriores que  mostraron  también su arrepentimiento en términos incluso más duros.

Los comentarios atropellados de Díaz Ayuso han sido replicados en rueda de prensa dos días después por el portavoz de la Conferencia Episcopal Española, Luís Argüello, al comentar que los obispos han recibido “con perplejidad y asombro” esas valoraciones, que han sido secundadas por otros políticos del PP y VOX y también en los contenidos de artículos de medios conservadores.

Como no podía ser otra cosa, las opiniones de la Presidenta siguen la estela de José María Aznar que, a través de su Fundación FAES, está en pie de guerra contra esos movimientos apoyando la red mundial de lobbies derechistas, Atlas Network, que tiene como objetivo que en esos países triunfen las políticas más conservadoras. Y, por supuesto, apoyan la cruzada de VOX cuyo líder, Santiago Abascal, ha recorrido México, Chile, Perú y Argentina entrevistándose con los políticos de esos países más próximos a su ideología para intentar implantar las directrices de su ultraderechista fundación Disenso Iberoesfera. Estamos a la espera de nuevas sorpresas.