El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha publicado su barómetro del mes de noviembre, con la estimación de voto correspondiente. El trabajo de campo se llevó a cabo entre el 31 de octubre y el 6 de noviembre, en plenas negociaciones del Partido Socialista con Junts para cerrar el apoyo de los independentistas a la investidura de Pedro Sánchez. El PP ha aprovechado la coyuntura, valiéndose del descalabro de Vox, para tomar ventaja con respecto a un PSOE desgastado por la incertidumbre del partido de Carles Puigdemont.

Las negociaciones para desbloquear la investidura de Pedro Sánchez han lastrado al Partido Socialista en el barómetro del mes de noviembre. El trabajo de campo no ha coincidido, sin embargo, con la elevada tensión en las calles y la llamada de la ultraderecha a movilizarse frente a las sedes del PSOE; principalmente las marchas organizadas en el cuartel general de la formación, en la madrileña calle de Ferraz. Una situación que beneficia, también por la enésima caída de sus aliados preferentes, al Partido Popular.

La fuerza conservadora que lidera Alberto Núñez Feijóo crece con respecto al barómetro del mes de octubre. El PP ganaría de nuevo las elecciones, después del retroceso sujeto a la investidura fallida del presidente popular, con un crecimiento de 1,7 puntos porcentuales que le sitúa al borde del 34% de los apoyos. El alza en la encuesta le permite, así, recuperar el primer escalón del podio en detrimento de un Partido Socialista que ha sufrido en sus carnes el desgaste del ruido intrínseco a las conversaciones con Junts y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) sobre la confección de la Ley de Amnistía.

La formación que dirige Pedro Sánchez, que ya ha amarrado todos los apoyos para revalidar el Gobierno progresista por otros cuatro años, experimenta un retroceso notorio. De recuperar la primera plaza, a perder algo menos de punto y medio en cuestión de un mes. Si se celebrasen las elecciones hoy, el PSOE obtendría un 31,3% de los sufragios, lo que implica cuatro décimas menos de lo cosechado el pasado 23 de julio.

En tercera posición se mantienen sus socios en el futuro Gobierno. PSOE y Sumar, con todos los apoyos garantizados, saldrán la próxima semana del Congreso de los Diputados con un nuevo espaldarazo en el debate de investidura. Sin embargo, la plataforma dirigida por Yolanda Díaz también se resiente. La caída de los magentas, sin embargo, no es tan pronunciada como la de sus socios, pues apenas constituye un retroceso de medio punto en comparación con las pasadas elecciones generales; aunque es más profundo si se equipara a las estimaciones de voto del CIS del pasado mes de octubre, donde obtuvieron un 12,7% de los apoyos.

Vox se hunde

La caída de la izquierda a la izquierda del PSOE, no obstante, no pone en peligro a la plataforma que dirige la vicepresidenta segunda en funciones. Pese al ligero tropiezo, la tendencia bajista de la ultraderecha neutraliza la amenaza de perder también la condición de tercera fuerza política.

Vox no sale de la depresión, aunque queda en el aire el resultado que pudieran obtener si se llegase a contabilizar las movilizaciones que la propia formación de extrema derecha ha bendecido durante estas semanas. En cualquier caso, los de Santiago Abascal ya se sitúan en la misma frontera con un dígito. El dato del CIS de noviembre no es llamativo si se pone frente al espejo de la encuesta de octubre, pero la debacle es tangible al sobreponerlo con el 12,3% obtenido en las urnas el pasado 23 de julio. Retroceso de más de dos puntos que refleja la espiral de zozobra tanto social como orgánica por la que atraviesan desde el pasado verano.

Feijóo también da el sorpasso en valoración

La tendencia se replica en términos de valoración personal. El apartado dedicado a las notas que la ciudadanía pone a los líderes de las principales formaciones parlamentarias sufre un cambio notorio por primera vez. El presidente del Gobierno en funciones ya no encabeza esta tabla particular. Tampoco saca tajada la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo. Yolanda Díaz, sin embargo, no aprovecha la caída de su socio de gobierno y queda relegada a la tercera posición.

El sorpasso, sin embargo, no se circunscribe al ámbito de la izquierda, sino que es Núñez Feijóo el encargado de recoger las nueces del desgaste de las conversaciones del PSOE para la investidura de su líder. El presidente de los conservadores, por la mínima, se sitúa por encima de Sánchez, por apenas dos décimas (4,51 frente al 4,31 obtenido por el socialista). Por su parte, el jefe de los ultraderechistas, Santiago Abascal, cierra la clasificación, aunque con un repunte que le coloca con 3,03.