La proliferación de casas de apuestas sigue siendo uno de los grandes problemas de nuestras ciudades. Una epidemia que no para de aumentar, y contra la que se sigue sin encontrar una medida eficaz para frenarla, pese a las numerosas campañas de desintoxicación que se han publicado en los últimos tiempos. Solo en España, hay cerca de dos millones de personas que apuestan por internet. Una cifra que ha aumentado casi un 80% desde el año 2014, tal y como refleja el informe ‘Análisis del perfil del jugador online’, elaborado por la Dirección General de Ordenación del Juego, organismo dependiente del Ministerio de Hacienda.

Un problema que la izquierda se ha propuesto atajar de una vez por todas. Estas formaciones han hecho un ejercicio de autocrítica, y han coincidido en señalar que uno de los motivos por los que perdieron el control del Ayuntamiento de Madrid fue que se centraron excesivamente en el tema de la contaminación, dejando en segundo plano otros males de barrios obreros, como el aumento de las casas de apuestas.

En este sentido, en el pacto de Gobierno firmado entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias existe un compromiso escrito para regular de forma “urgente” los juegos de azar “para prevenir y frenar la ludopatía”. Por ello, han decidido realizar una ofensiva contra el incremento de la casa de apuestas. Una acometida en la que jugará un papel fundamental Alberto Garzón, recién designado ministro de Consumo. El coordinador general de Izquierda Unida propondrá al Consejo de Ministros aprobar una Ley de Juego para frenar el libre albedrio de las apuestas. De esta manera, el objetivo es que los juegos de azar pasen a estar regulados por una legislación similar a la que ya existe para las tabaquerías.

Para lograr este ambicioso objetivo, Consumo cuenta con implementar varias medidas. El primero de ellos es imponer un límite horario para que las casas de apuestas no puedan abrir antes de las 22.00 horas. Asimismo, también quieren prohibir que se puedan publicitar, o por lo menos restringir el horario en el que lo puedan hacer. E igualmente, obligarán a estos establecimientos a que avisen en su entrada sobre los peligros de la ludopatía.

Por otra parte, otro de los aspectos más importantes de esta ofensiva es alejar estos locales de los centros escolares, e incluso se está estudiando la posibilidad de restringir el uso de alcohol en los mismos.

“Así como la heroína te mataba en ciertos años, esto te hipoteca para que luego no haya una economía saludable para esta persona”, afirman a ElPlural.com desde la Asociación de Ludopatía de Madrid. Asimismo, resaltan que el problema es especialmente grave en los menores, “el 26% de chavales de 14 a 18 años ya han jugado alguna vez, lo que promueve que se vaya fomentando la ludopatía de forma grave” y reclaman “una política común que haga frente” a esta preocupación.

Contrapartida del sector del juego

Sin embargo, el Gobierno sabe que no será fácil acometer estas medidas, porque enfrenta está un sector muy potente e influyente. Prueba de ello es que Codere, una de las marcas más poderosas, ha adquirido los servicios de Rafael Catalá, ministro de Justicia en el Gobierno de Mariano Rajoy. Otro ejemplo de su poder es que de los 20 equipos que conforman la Liga Santander, solamente la Real Sociedad no tiene patrocinio con alguna casa de apuestas.