La guerra escala entre la Puerta del Sol y Moncloa. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha aprovechado este domingo la clausura de la I convención ideológica de las Nuevas Generaciones de la capital para elevar el tono en la confrontación permanente con el Gobierno central. La jefa del Ejecutivo regional ha acusado a Pedro Sánchez y a su Gobierno de transportar a España a una rutina de “división” y “guerracivilisimo” permanente que provocará – según apunta – consecuencias “desastrosas” que “tardarán muchísimo tiempo en arreglarse”. Por ello, ha urgido a sus cachorros a combatir las innumerables “trampas” que la izquierda pondrá por el camino en un final de legislatura que barrunta “complicado”. “Su proyecto es pernicioso”, ha culminado.
A lo largo de su intervención ante las Nuevas Generaciones de Madrid, Ayuso redoblaba el nivel habitual de decibelios en la discusión perenne con el Gobierno. Confrontación de la que se hace cargo Sánchez, aunque basada en una estrategia de destrucción del relato y del insulto a golpe de datos. Pero no así la presidenta madrileña, que insiste en la hipérbole y el ataque personal de manera reiterada. En su discurso, ha urgido a sus pupilos a contrarrestar la agenda de la coalición progresista para que el “mal” – en clara alusión a Moncloa – no vaya “a más”. Canalizando su discurso sobre el papel de la juventud, la baronesa conservadora apelaba a las “dificultades” que plantea el escenario actual, ante la inexistencia de “un proyecto de nación” que se defendía desde la izquierda hasta la derecha, pero “ahora falta todo eso”.
En este punto, arremetía contra Sánchez y le acusaba de “querer llevarnos al guerracivilismo de manera calculada”. De este modo, continuaba, señalaba que la estrategia de Moncloa pasa por “levantar un muro constantemente”. “Mientras no gobiernen los demás, todo es posible. Digo yo que algo tendremos que hacer para no colaborar con esa estrategia”, deslizaba, con un mensaje que puede interpretarse como un toque de atención al líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, y su labor de oposición.
En consecuencia, ha hecho un llamamiento a sus cachorros para “no permanecer inmóvil a todo lo que está sucediendo”, indicando que la “herencia” que deja el proyecto de Sánchez es poco menos que corrosiva. Incluso augura una segunda mitad de la legislatura compleja, donde la derecha – incluidos los jóvenes – deberá combatir “muchas trampas”. Un legado “envenado a todos los efectos” para la juventud del país en un momento en el que “gasta lo que no tiene” y que – según apostilla – “pertenece a las generaciones futuras”. “Muchas de sus decisiones ya no se podrán tomar en libertad porque se han quedado endeudadas por este proyecto”, enmarcaba.
La lideresa viró su intervención hacia los casos de corrupción que – insisten – acorralan a Ferraz y al Palacio de la Moncloa. “No cabe mayor corrupción que utilizar el dinero y las instituciones de todos para perpetuarse en el poder, no cabe mayor corrupción”, percutía la jefa del Ejecutivo madrileño, mientras lamentaba “las imágenes” que se han proyectado estos días en las universidades de la región, donde se enfrentaban “alumnos contra alumnos”. “Eso en España no se vivía desde hace décadas y no lo podemos permitir. Ni tampoco la cancelación porque no nos gusta el ponente”, subrayaba en alusión a las movilizaciones universitarias que reclaman al Gobierno autonómico mayor ambición en su financiación para salir de una situación de “asfixia económica”.
Discurso clasista
Por otro lado, la presidenta madrileña redundaba en la inmigración como uno de los problemas que ahogan al país, precisando que las zonas de España o municipios “más inseguros” son los que “no saben integrar” porque, a su juicio, “no se han conocido a sí mismos” y se han construido desde el “complejo de todo lo que nos hemos dado como europeos y españoles”. “Hablan también de los trabajos que quitan. ¿De verdad estamos en eso? Creo que sin el esfuerzo de mucha gente no se construirían casas, no habría cosechas, no habría quien ayudara a muchas familias a salir adelante en el hogar, pero tampoco tendríamos ingenieros, ni autónomos, ni médicos”, apuntaba, retomando el hilo de su polémica intervención en la Asamblea de Madrid el pasado jueves.
En este sentido, ponía el acento a las cifras de inseguridad de Madrid en los años 80 y 90, subrayando que el “problema” se desata cuando “hay delincuencia reincidente”. Por ello, expone, que la inseguridad en las fronteras, la falta de ley y orden es lo que ha cocinado a fuego lento “estos inconvenientes” y otras cuestiones que “pagamos todos”. Reorientando su mensaje hacia Vox, entiende que es “muy preocupante” que algunos pretendan “limpiar sobre otras personas”, defendiendo que están en el país para “cumplir la ley” y garantizar que “se cumplan las normas”. “¿Quieres ser un español más? Puedes serlo desde el primer día, pero esta es nuestra Constitución, estas son nuestras normas, esta es nuestra forma de vida”, concluía.
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