El Consejo de Ministros del martes dará luz verde al anteproyecto de la reforma de delitos sexuales. Se trata de un texto provisional que han gestado desde Igualdad y desde Justicia, coordinados por Carmen Calvo. Una tarea que ha resultado toda una Odisea para Irene Montero, titular de Igualdad, pues ha sido objeto de todo tipo de objeciones interministeriales.

Según revela la Cadena SER, el ambicioso anteproyecto de Irene Montero ha chocado con frontalmente con Vicepresidencia del Gobierno, Hacienda y Justicia. Miembros de estos tres organismos han criticado que el borrador de la ministra de Igualdad era un texto más político que legislativo e incluso lo han calificado como invasivo.

Por otro lado, han puesto en tela de juicio el primer bosquejo de Igualdad porque bajaba las penas sin contar con el Tribunal Supremo y no se adhería correctamente al Convenio de Estambul. El borrador también se inmiscuía en aspectos relativos a la ley de la infancia que impulsará la Vicepresidencia de Derechos Sociales y Agenda 2030 de Pablo Iglesias. Tampoco delimitaba correctamente la Ley Integral contra la Violencia de Género de José Luis Rodríguez Zapatero, pero también invadía competencias reservadas a los gobiernos autonómicos.

Prácticamente la mitad de los 60 artículos del borrador de Irene Montero reproducían artículos vigentes en otras leyes. De hecho, el bosquejo tenía hasta errores formales como mayúsculas donde deberían haber minúsculas o vocablos inexistentes en la RAE como revictimizar.

Según la información de la Cadena SER miembros del Gobierno confían en que las objeciones que se han puesto al proyecto inicial se incluyan también en el texto final. Algunos de los críticos con el anteproyecto esperan que las enmiendas que agreguen los grupos parlamentarios terminen de pulir el texto.

Las incoherencias del texto

El proyecto de Irene Montero alberga en su artículo uno la protección integral del derecho a la libertad sexual de “todas las personas”. Al mismo tiempo, en el artículo cuarto se dice que el ámbito de aplicación circunscribe a “todas las mujeres mayores de dieciséis años”. Además, en este aspecto se invadiría la ley de protección de la infancia de Pablo Iglesias, pues también se dirige a mujeres entre 16 y 18 años.

En el artículo dos, por otra parte, se fijan los delitos como el sexting y se incluyen aspectos que no son necesariamente de naturaleza sexual o que, una vez más, se refieren a menores. Tampoco se recogen pormenores de las minorías que puedan ser víctimas de este tipo de delitos y tampoco se fija el programa de tratamiento para los agresores, que se reivindica en el Convenio de Estambul.