Adriana Lastra ha realizado el discurso final de la segunda sesión del debate de Investidura en el Congreso de los Diputados. Lo ha hecho minutos antes de que arrancara la primera votación, en la que era necesaria una mayoría absoluta que, como era de esperar, no se ha producido: Sánchez ha contado con el apoyo de 166 diputados (ha faltado por enfermedad la diputada de En Comú Aina Vidal) y 165 ‘noes’.

La portavoz del grupo socialista ha sido especialmente crítica con la derecha, criticando las formas demostradas estos días y avisando a sus homólogos de que la falta de respeto de la que han hecho gala no les conducirá al éxito electoral: “Si habla como Vox, dice lo mismo que Vox, se comporta como Vox y vota lo que Vox, no es que vaya a convertirse Vox, es que sus votantes acabarán votando a Vox", ha advertido Lastra a un Pablo Casado sobreexcitado en su escaño.

Pese a las continuas interrupciones (“si creen que me van a amedrentar no me conocen”), la dirigente ha mantenido el tono y no ha dudado en recordar a aquellos que han decidido bloquear la investidura que con este fragmentado parlamento el diálogo es la única receta: "¿Qué podemos esperar de un partido político que dice que estamos peor que cuando ETA mataba? Eso lo han dicho ustedes y es indigno. Son palabras indignas de un partido de Gobierno, injustas con el sacrificio de los que lo han dado todo por alcanzar la paz. No merecen sus insultos, sino su respeto y nuestro mayor homenaje".

“Tenemos el parlamento más fragmentado de la historia reciente de nuestra democracia. El diálogo es partir de la realidad. Los españoles han votado entendimiento y ningún futuro se puede construir desde el temor y la amenaza. El bloqueo es la plasmación de unas derechas derrotadas que solo respetan la voluntad de los ciudadanos cuando les votan a ellos. Siempre ha sido así en nuestra historia”, ha espetado a la bancada del PP, a la que la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, ha tenido que pedir calma y respeto en innumerables ocasiones.

Arrimadas, señalada

Lastra no se ha olvidado del juego subrepticio realizado durante estos días por Inés Arrimadas. La líder naranja ha emprendido una campaña de llamadas a los barones y diputados socialistas para buscar, como ya hiciera Esperanza Aguirre en 2003, que los socialistas se saltasen la disciplina de voto e impidieran la investidura de Sánchez.

"Hemos visto a la derecha hacer cosas raras, pero nada como usted alentando a hacer tamayazos. Los diputados de esta Cámara ni son arribistas ni tránsfugas. Si tenía pensado traer una bolsa con dinero, se lo vamos a ahorrar. En política hay algo peor que estar en la oposición, estar en la irrelevancia", ha sentenciado la portavoz socialista.

“Siempre contra el neofranquismo de Vox”

"Ustedes solo hablan de la antiEspaña mientras atacan a los españoles. Dicen que el feminismo es un cáncer o que coser empodera. Ayer les escuchaba atónita cuando nos dijo que éramos culpables de violencia sexual. ¿Saben lo que es el Caso de La Arandina? ¿Saben lo que se dijo en sus filas? Que era una arpía y una fulana. Así es como defienden a las víctimas de agresiones sexuales". Con esta frase Adriana Lastra ha conseguido levantar al hemiciclo y señalar a la extrema derecha española.

Además, este duro mensaje ha continuado con una advertencia: "¿Qué clase de país creen que representan? La antiEspaña son ustedes. Son el partido del odio. En el PSOE amamos todo lo que ustedes detestan: el feminismo, el ecologismo, la democracia, la libertad. Siempre vamos a estar enfrente de un partido neofranquista como el suyo​".