Mariano Benítez de Lugo, abogado de ADADE -la acusación popular del caso Gürtel-, ha comparecido este martes en la Comisión de Investigación de la Financiación de los partidos políticos a propuesta del PP o el invento del partido en el Gobierno para tapar su presunta Caja B encendiendo el ventilador contra el resto de formaciones. La estrategia del portavoz del PP, Luis Aznar ha sido la de intentar desprestigiar a Benitez de Lugo a quien ha acusado de trabajar para el PSOE y actuar como abogado de parte. "Ustedes tienen la percepción de que son el guerrero del antifaz pero parece más bien que actúan como abogados de parte", le reprochó, para echarle en cara que "sólo conocen los temas que afectan al PP"

No es la primera vez que el PP carga contra este abogado, con más de 54 años en ejercicio, para defenderse. Mariano Benítez de Lugo es la persona que consiguió que el presidente del Gobierno compareciera ante el tribunal que juzga la Gürtel para declarar como testigo, algo que no le perdonarán jamás. Le acusan de trabajar al dictado del PSOE, entonces y ahora.

Aznar argumentó que los datos son "abrumadores". Entre otras cosas, se apoyó para demostrar sus vínculos con el PSOE que trabaja como asesor del grupo municial socialista en el Ayuntamiento de Madrid. Además, le cuestionó que no se hubiera personado en casos con los ERE de Andalucía, algo a lo que replicó que ADADE no tiene dinero para llevar casos fuera de Madrid.

"Nosotros creemos que están recibiendo el pago de sus servicios a través de instituciones del PSOE", le ha dicho Luis Aznar que ha insistido en que este partido abona las facturas de ADADE. Algo que ha negado reiteradamente Benítez de Lugo, que sostiene que nunca han recibido colaboración económica por parte de ninguna formación política y que trabajan de forma altruista.

"Los gastos de cada caso los asume el abogado que los lleva, en el caso Gürtel, yo", le ha dicho. "A veces hemos tenido que despositar alguna cantidad y a veces no hemos podido depositar la cantidad que se nos exigía", y pone el caso de Rodrigo Rato cuando les exigieron 10.000 euros que no tenían. En el caso Gürtel, añade, se les pidieron 1.500 euros de fianza y los miembros de la Junta Directiva asumieron el pago.

Aznar llegó a pisar la línea roja al ironizar con que le hubiera contratado algún ayuntamiento del PP. "Esto es que no le conocían bien", espetó.