El padre Ángel se encuentra en Zimbawe. Lejos de las cámaras, del lujo, de los coches blindados y la banalidad de los problemas del primer mundo. Ángel García Rodríguez es último eslabón de la Iglesia, el nexo que une las enseñanzas de Jesucristo con los verdaderos necesitados. "Llevo seis horas esperando para beber un vaso de agua", afirma con resignación. Porque en África, the First World Problems, resultan, ciertamente irrisorios.

¿Qué magnitud tiene la exhumación de Franco comparado con pasar hambre?: "Cuando uno ve que lo de Franco es un tema candente, que le preocupa a la gente, por el que casi se insultan en el Congreso, uno dice, '¿en qué país vivimos?'. Aquí el problema es el comer, la sanidad, tener agua potable, que los ancianos malviven y necesitan residencias. Los niños andan siete kilómetros para ir a la escuela", responde.

Desde el ElPlural.com hemos querido conocer la opinión del Padre Ángel sobre uno de esos problemas del primer mundo. Todavía no se sabe qué va a pasar con los restos del dictado Francisco Franco, y desde la distancia, el clérigo analiza la situación: "Mi criterio es el de casi todos los españoles. Hace falta un poco de sensatez y lo lógico es que fuera a El Pardo, con dignidad. Estamos dándole demasiadas vueltas al tema de Franco". Por otra parte, añade que "hasta la familia se quedaría contenta. También el obispado y los políticos".

Para el sacerdote, además, la Catedral de La Almudena no es el lugar correcto y señala cuál debería ser el papel de la Iglesia en este asunto: "Debe poner paz y armonía y no irritar a la gente". 

El padre Ángel también recuerda que "la Fundación Francisco Franco le dijo de todo por dar su opinión". 

Para finalizar, el clérigo resalta la labor de la "Iglesia española en África, que lleva mucho tiempo ayudando a los necesitados, haciendo escuelas y huertos, no sólo bautizando".