Continúa la investigación sobre las conocidas como “tarjetas black” utilizadas por 81 altos cargos de Caja Madrid desde 2003. En su último auto, el juez Fernando Andreu, encargado de la investigación, ha aumentado en número de tarjetas investigadas a 110, poniendo de manifiesto que varios de los titulares poseyeron más de uno, llegando incluso a 8 a nombre de la misa persona.

El auto, del que se hace eco Vozpopuli, recoge que el titular del Juzgado Central de Instrucción número 4 pide a Bankia toda la “certificación acreditativa de los cargos efectuados en las tarjetas de crédito por los imputados en la presente pieza durante el periodo comprendido desde el año 2003 hasta la cancelación de las mismas”.

El requerimiento llega después de que la investigación se dirigiese a la empresa VISA S.A. para que le remitiese esta información, ante la cual la compañía argumentó que no tenía “acceso ni a los contratos, ni a las citadas cuentas ni tampoco puede operar con ellas, ni obtener información relacionada con las mismas”. La multinacional añade que “no es quien emite las tarjetas, tampoco establece el tipo de interés de las tarjetas de crédito ni sus condiciones, cuestiones todas ellas que le corresponde a los bancos y entidades financieras en exclusiva.

Altos Cargos con hasta 5 y 8 blacks a su nombre

El auto del juez también cuenta con una lista detallada de las 81 personas investigadas y que tuvieron a su nombre alguna de las 110 tarjetas opacas. De todos ellos, 64 solo tuvieron una de estas tarjetas pero otros contaron con varias. Hay dos casos muy llamativos.

El primero de ellos fue el número dos de la entidad bajo la dirección de Miguel Blesa y Rodrigo Rato, y tuvo a su nombre hasta cinco tarjetas black. Sanchez Barcoj es considerado uno de los supuestos organizadores de la trama y gastó un total de 573.187 euros con las tarjetas.

Pero la persona que contó con más tarjetas opacas a su nombre, hasta 8, fue el responsable de la comunicación de la entidad durante años, Juan Manuel Astorqui. Pese a no pertenecer ni al Consejo de Administración ni a la Comisión de Control de la Caja, Astorqui gastó hasta 293.000 euros con sus tarjetas con pagos tan llamativos como a una empresa de reparación de embarcaciones, artículos de lujo y varias disposiciones en efectivo de hasta 4.000 euros.