Hace unas semanas conocíamos que el chófer del alcalde de Majadahonda cobraba la friolera de 42.000 euros al año. Una suculenta cifra que, sin embargo, empequeñece junto a la del chófer del regidor de Boadilla del Monte, municipio madrileño vecino del anterior que paga a este conductor 51.167,36 euros al año, amén de otros 10.883,70 euros para Seguridad Social. A esto hay que sumar el sueldo de un segundo chófer que gana 35.399,10 euros al año, más una cotización de 9.840 euros. Dos sueldazos que ríete tú del de Nescafé en una ciudad en la que el alcalde, Antonio González Terol, presume con grandes aspavientos –y graciosas fotos- de usar la bicicleta como transporte “oficial”.

Antonio González Terol, posando con su bicicleta 'oficial' en una zanja.



Este verano nos hemos cansado de ver al alcalde de Boadilla del Monte, ciudad donde nación la trama Gürtel, paseando en bicicleta, con casco, sin él, atascado en una zanja… Todo era fruto de una campaña de promoción a la que se adhirieron rápidamente medios como ABC, Telemadrid, El Iceberg… al grito de que “el alcalde cambia el coche oficial por la bici”.

“Ojalá que todos lo hagan”
Incluso Esperanza Aguirre, presidenta del PP de Madrid, elogió la decisión del regidor: "El otro día vi a un alcalde que había quitado su coche oficial y se ha puesto en bicicleta. Ojalá que todos lo hagan".



132.849,26 euros
Pero claro, qué sentido tiene usar una bicicleta –eléctrica, eso sí- si mientras el presupuesto sigue pagando unos disparatados salarios para los chóferes –sí, en plural- del alcalde. Así lo reflejan las cuentas municipales, a las que ha tenido acceso este periódico. El chófer principal cobra 51.167,36 euros (casi 10.000 más que el polémico conductor de Majadahonda) y el segundo se embolsa 35.399,10 euros cada año. Lo que sumado a sus respectivas cotizaciones supone un gasto de 132.849,26 euros anuales.

Nombrado por su antecesor
Además, el actual chófer del alcalde es el mismo que nombrase su antecesor Gürtel, Arturo González Panero, alias El Albondiguilla. Exactamente igual que sucedía en Majadahonda, donde el regidor Narciso de Foxá echaba la culpa a su predecesor Guillermo Ortega –como Panero, también imputado en la Gürtel- del “escandaloso” salario que cobraba el chófer.