Ha pasado ya más de una década desde aquella Cumbre Iberoamericana celebraba en Santiago de Chile, el 10 de noviembre de 2007, en la que el rey Juan Carlos I pronunció aquella famosa frase de “¿Por qué no te callas?” que le espetó al presidente de Venezuela, Hugo Chávez. Aquella improvisación llegó a protagonizar camisetas y eclipsó lo que estaba pasando de fondo. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, defendiendo a su antecesor, José María Aznar, de los improperios de Chávez.

El venezolano había acusado a Aznar de ser un fascista y Zapatero dio un paso al frente para defender a quien había arrebatado el cargo de presidente del Gobierno unos años antes. De hecho, Aznar no había tenido nunca buenas palabras hacia su sucesor, pero Zapatero salió en su defensa aclarando que, aunque “estaba en las antípodas de su posición ideológica, el expresidente Aznar fue elegido por los españoles y exijo ese respeto”.

Cuando Chávez volvió a insistir en que Aznar iba insultando a Venezuela por el mundo y que era “un fascista”, Zapatero le señaló que “hay una esencia y un principio en el diálogo: para respetar y ser respetado, no debemos caer en la descalificación. Se puede discrepar radicalmente de las ideas sin caer en la descalificación”.

Han pasado casi 11 años, Zapatero es expresidente y el sillón que ocupó en su día Aznar lo tiene ahora un joven Pablo Casado. Pero el flamante líder parece haber aprendido lo peor de uno y haber ignorado el ejemplo del otro.

Ayer, en un acto de FAES, Casado tuvo la oportunidad de defender a Zapatero de los insultos que le profirió Luis Almagro, secretario general de la OEA, que tachó al expresidente español de “imbécil” por su labor de mediación en Venezuela. "Definitivamente el señor Zapatero está en el grado más alto de imbecilidad. Ha necesitado siete explicaciones para entender", llegó a decir Almagro.

Casado no defendió a Zapatero, ni tampoco se calló, sino que defendió al autor de los insultos y acusó al expresidente español de tener “complicidad con el dictador Maduro”. Por si no quedó claro, el líder del PP subió a su cuenta de Twitter su posición.