El que fuera expresidente de las Cortes Valencianas, Juan Cotino, regresa a la agenda mediática. Durante las dos legislaturas de Francisco Camps como president de la Generalitat Valenciana  fue uno de los hombres que más poder acumuló. Empresario, abandonó su carrera política hace tres años, en el 2014, poco antes de ser imputado (el proceso sigue abierto) en la pieza del caso Gürtel relativa a la visita del Papa Benedicto XVI a Valencia en 2006. Ahora, según publica El Confidencial, Cotino regresa a la primera línea, aunque no de la política, sino del mundo empresarial.

Desde finales de noviembre, concretamente desde el día 30, es el administrador único de una compañía de promoción y construcción de edificios llamada Inverseco. La empresa estaba, hasta ahora, bajo el control de Vicente Cotino, su sobrino.

Cotino retoma así el control de una empresa que posee varias fincas en diferentes puntos de la geografía valenciana.

Pero su regreso no solo involucra a Inverseco, sino que también ha retomado el control de Alquería Dolores(ALDO), una empres cuyo objetivo es adquirir, construir y promocionar locales, edificios, fincas, garajes… para la tercera edad.

Un imputado endeudado

En 2016 Hacienda difundió una lista de sus grandes deudores, los que acumulan deudas o sanciones tributarias pendientes con las arcas públicas de más de un millón de euros a fecha del 31 de diciembre de 2015, y el popular Juan Cotino y su sobrino constructor Vicente Cotino aparecen como morosos (ya aparecían en la lista de 2015).