"Baleares paga a 2.087 políticos, de los que más de 450 han entrado a dedo con rango de asesor..." Así empieza una información este lunes 'El Diario de Mallorca', firmada por Alberto Magro. Una información que hace una radiografía que llevaría a la risa, sino fuera porque da para llorar, de la estructura de enchufismo que se ha implantado en el Govern balear bajo el mandato de José Ramón Bauzá.

Cuenta el diario mallorquín cómo Bauzá tiene sólo a su servicio 55 asesores 'digitales', mientras que "el escuadrón de afines colocados" suma 64 en Sanidad, 66 en empresas públicas... Gentes que, escriben, reciben "salarios hoy de lujo" y algunos con formación, pero también donde "abunda la incompetencia curricular".

 

Juan Ramón Bauzá, el presidente que no iba a convertir 'su Govern en una agencia de contratación'. Foto EFE



Una miss secretaria personal, un exconseller de Educación, asesor de Economía...
Y el periodista Magro va poniendo su dedo sobre muchas llagas. Para empezar el recuento, elige dos casos recientes. El de la miss, secretaria personal del propio Bauzá, el más conocido. "Una joven de currículum brillante para su edad (25) -escribe el periodista mallorquín-, pero casi carente de experiencia laboral, desnuda de formación de secretaria, y ajena al imprescindible manejo exhaustivo del Govern que exige un cargo hasta hoy siempre ocupado por pesos pesados con décadas de trayectoria. Se llama Verónica Hernández, es periodista de carrera recién comenzada, y el público la conoce por un mérito o fortuna que algunos afean como demérito: atesorar belleza suficiente para lograr el título de Miss Balears (con el voto de Bauzá y otros admiradores)".

El segundo caso en el que se fijan es "el enchufe" de un tal Rafael Bosch en la Consellería de Economía de un hombre al que Bauzá echó como conseller de Educación por graves errores y ahora "se ha plegado a volver al redir y al generoso pesebre de 46.283 euros más dietas que alimentarán sus cuentas a cambio de aconsejar sobre una materia en la que es curricularmente incompetente".

...una consejera de Educación que dice saber de la materia "lo que cualquiera"...
Caso doblemente grave éste, porque el hueco que dejó Bosch como consejero de Educación al ser "pateado" de su puesto por Bauzá, lo ocupa ahora Joana Camps, "incompetente de definición académica, como confesó ella misma en la toma de posesión: “Sé de educación lo que cualquiera”, frase que pasaría desapercibida si no fuera porque es la máxima responsable de educación, materia que desconoce y de la que depende el futuro de los jóvenes baleares".

¿Y cómo se justifican estos nombramientos por el Govern balear? Pues según dice 'El Diario de Mallorca" lo que ha explicado la consejera es que "no hace falta saber de educación y Cultura para llevar Educación y Cultura". Razonamiento que, dicen, valdría también para el señor Bosch y toda una lista de nombramientos que van enlazando y que salta del director general de Innovación y Desarrollo Tecnológico, al de la directora general del SOIB, responsable máxima de formación para el mercado laboral, al director general de Universidad, Investigación y Transferencia de Conocimiento o al de Innovación y Formación Profesional... ¿Por qué ocupan sus puestos todos ellos, entonces, si no estás cualificados?, se pregunta el diario mallorquín, y se responde: "Pues para cobrar 46.283 euros y aportar triplicidades de esas que Bauzá prometió eliminar".

..., una expulsada de Educación, recolacada como asesora en Hacienda...
Pero la lista continúa, y se señala entonces "Ana María Rodríguez, aguerrida servidora a la que algunos recordarán porque la emprendió a collejas con un grupo de alumnos que se coló en su despacho" -de la que ya les hablamos aquí, en ELPLURAL.COM - y que, recuerdan "fue purgada con Bosch en la remodelación de hace un mes, para ser inmediatamente recolocada en Hacienda como asesora".

O el caso de la consellera de Familia, Sandra Fernández, "tan perfectamente preparada para el cargo, que puede permitirse el lujo de nombrar de asesor a un absoluto incompetente en materia de asuntos sociales: Rafael Nicolau, antiguo patrón mayor de la cofradía de pescadores de Portocristo, jubilado hace unos meses, y desde ahora asesor técnico de la conselleria de Familia". "¿Qué aportará Nicolau?", se pregunta retóricamente el periodista, mientras recuerda los 46.283 euros que va a pasa a cobrar el jubilado pescador. Y se contesta: "Pues el conocimiento de la tercera edad que implica ser parte de ella. Aunque lo hará desde la distancia: el Govern le permitirá que acuda a Palma solo de cuando en vez, mientras dedica su tiempo a relacionarse (y buscar votos) entre jubilados de Manacor".

... 8, 5 millones de euros que hubieran valido para pagar 405.000 radiografías como la que no se hizo al inmigrante que murió por falta de atención
La lista continúa, con la directora del Institut de la Dona, Manuela Messeguer, "que ha logrado un consenso sin par entre los colectivos feministas, que coinciden en denunciar su incompetencia para un cargo de 53.000 euros al año al que dedica solo el tiempo que le deja su puesto de regidora de Sant Llorenç", o de otro caso reciente, el del responsable del Consorcio de Transportes de Mallorca, Rafael Oliver, "un señor que perdió las elecciones en Algaida y carece de experiencia de gestión. De hecho, su relación más estrecha con el transporte es mirar bajos de autobuses desde su puesto de inspector de la ITV". O el del nuevo asesor de la nueva Consejera de Educación, Juan Domínguez, "un fiscalista que hasta ahora se batía el cobre como asesor en la Conselleria de Administraciones Públicas. Allí estaba como pez en el agua, porque ha bebido euros de casi todas las fuentes públicas: fue delegado de Matas en Menorca, cargo del Consell de Menorca y portavoz insular, así que al menos podrá enseñar a su consellera a comunicar sus méritos, en vez de confesar su incompetencia para el cargo".

En fin, y el listado de nombres y currículums continúa, como dice el periodista Alberto Magro, especialmente difíciles de explicar bajo un president que prometió durante la campaña "no convertir su Govern en una agencia de contratación" y que se gasta en asesores 8,5 millones de euros "dinero como para pagar 405.000 radiografías como la que se le negó a Alpha Pam, el senegalés que murió de algo curable porque el Govern se puso austero con él".