La Asociación de Mujeres Clara Campoamor​ de Coslada (Madrid) ha amanecido con pintadas, pegatinas con esvásticas y una verja arrancada tras el ataque neonazi que ha tenido lugar la pasada noche. 

La ultraderecha lleva mucho tiempo posicionando a las mujeres como claro objetivo de sus ataques mediáticos, que ahora pasan a ser también ataques materiales. Afortunadamente, las organizaciones ultras aún no han llegado a cometer agresiones físicas. Desde el Ayuntamiento han emitido un comunicado, recogido por ElPlural.com, en el que se “condena enérgicamente” el ataque "nazi".

El alcalde, Ángel Viveros, ha transmitido su "total apoyo" a una asociación "que tanto lucha por los derechos de las mujeres y por la igualdad algo que, visto lo visto, a determinados personajes no les gusta”. Asimismo, ha subrayado que "en nuestra ciudad, los intolerantes, los fascistas, los nazis, los antidemócratas, no tienen cabida porque Coslada, aunque parece que a algunos les pese, siempre ha sido solidaria, comprometida con la justicia y, por encima de todo, tolerante y democrática".

En clara referencia a Vox, Viveros ha denunciado “la actitud que algunas formaciones mantienen con justificaciones de épocas pasadas que fueron de todo menos democráticas".

Y es que parece que este no es un hecho aislado, ya que sería "la segunda o tercera vez en un periodo corto de tiempo que suceden este tipo de actitudes". Por ello, la Policía ya está investigando lo sucedido para poder localizar a los responsables, calificados desde el ayuntamiento como "energúmenos". 

También se han atacado la sede del PC y del PSOE de San Fernando de Henares, otra zona de clase obrera y con numerosa población inmigrante del área metropolitana madrileña.