"Servir a NY-14 y luchar por las familias de clase trabajadora en el Congreso ha sido el mayor honor, privilegio y responsabilidad de mi vida. Gracias al Bronx y Queens por reelegirme para la Cámara de Representantes pese a los millones gastados contra nosotros y por confiarme vuestra representación una vez más". Este mensaje fue la reacción de Alexandria Ocasio Cortez al ser reelegida como congresista en las elecciones de Estados Unidos celebradas el pasado martes.

Mujer, latina y del Bronx, AOC representa el ala más progresista del Partido Demócrata. Alejada del stablishment y de Joe Biden y más cercana a las tesis de Bernie Sanders, la congresista aboga por políticas de izquierda de verdad. Feminista militante, se ha erigido como una voz de lucha en la defensa de las mujeres y del colectivo latino.

De cara a la campaña electoral, Ocasio Cortez sacó a colación un término poco escuchado en Estados Unidos por las connotaciones, quizás extremistas por la idiosincrasia del país, que ha tenido históricamente en Estados Unidos: la clase obrera. Según ella, "esto no va de ganar, sino de construir poder para la gente trabajadora”. Hablar de términos marxistas en un país profundamente anticomunista resulta un hito determinante. Frente a la política vetusta de Washington, conciencia política del Bronx.

Mujer carismática y de desbordante belleza, Ocasio Cortez a sus 31 se ha erigido como una líder joven y para los jóvenes. Es habitual verla usar canales mediáticos alternativos en aras de conectar con las próximas generaciones que heredarán una nación muy distinta a la que hoy en día conocemos. De hecho, ha utilizado el mediático juego Among Us y retránsmitido por Twitch sus partidas para instar a votar en los comicios norteamericanos. 

Hija de padres puertorriqueños, lidera la lucha de los derechos de los latinos y ha sido una de las voces más críticas con la política migratoria de Donald Trump y sus acciones en la frontera con México en la que día a día, se vulneran los derechos fundamentales de cientos de seres humanos. 

Tras la repentina muerte de su padre en el año 2008, compaginó sus estudios universitarios de Economía y Relaciones Laborales en la Universidad de Boston con varios trabajos. De hecho, antes de dar el salto definitivo a la política, se ganaba la vida tras la barra de una taquería en Nueva York. Durante ese momento, fue educadora en el Instituto Hispánico Internacional. En 2017 sería elegida persona del año por dicha organismo.

Con la aparición de AOC junto con el resto del "escuadrón progresista", compuesto por Rashida Tlaib, Ilhan Omar y Ayanna Pressley, Estados Unidos vislumbra un futuro alejado del neofascismo encarnado por Donald Trump. Una visión feminista y fijándose en las minorías que componen un país multicultural y alejado de la real America que proyecta el Partido Republicano. Porque figuras como Joe Biden no son el cambio que ansía la izquierda estadounidense. Lo que engloba Ocasio Cortez, sí es revolución.