La expansión del coronavirus está poniendo a prueba la capacidad de los hospitales españoles. En este contexto de crisis, se hacen notar los efectos de los recortes y de las privatizaciones implantadas durante años por los Gobiernos del Partido Popular. Una situación que se ve agravada en la Comunidad de Madrid, donde falta personal, materiales y seguridad tras años de desprecios a la sanidad pública.

Los datos hablan por sí solos. Entre los años 2010 y 2018, Madrid ha aumentado la población en casi medio millón de personas, mientras que el número de profesionales de la sanidad pública ha disminuido en 3.300 profesionales, según datos oficiales del Servicio Madrileño de Salud (Sermas).

Ahora, el. Gobierno autonómico ha tenido que hacer a toda prisa 300 contrataciones, además de prolongar los 1.300 contratos de profesionales sanitarios originalmente destinados a la campaña de la gripe. Pero aún así, falta mucho personal y pesan en demasía los años de recortes del PP.

Esperanza Aguirre confesó que quería privatizar la Sanidad

Ya en diciembre de 2012, Esperanza Aguirre, madrina política de Isabel Díaz Ayuso, reconocía que el Partido Popular quería privatizar la Sanidad pública de Madrid porque estaba "a punto de morir de éxito". Así lo indicó en un artículo del diario 'ABC' que firmó en calidad de presidenta del PP madrileño. 

Bajo el rimbombante título de "Para salvar la sanidad pública", Aguirre defendía la privatización de la sanidad que su partido pretendía llevar a cabo. En este sentido, la presidenta del PP madrileño afirmaba que el modelo de Sanidad pública era tan bueno que estaba "a punto de morir de éxito".

Aunque Aguirre admitía que "los españoles tenemos el mejor sistema sanitario del mundo", abogaba por ponerle coto. 

"Hay que cambiarlo para que siga siendo muy bueno y siga funcionando muy bien", afirmaba, convencida de que nuestro sistema "actúa como un reclamo para algunos extranjeros que vienen a aprovecharse de nuestra generosidad". Y esa era una de las razones por las que a su entender el sistema de salud estaba "a punto de morir de éxito" porque "cuesta mucho más de lo que podemos pagar".

Según Esperanza Aguirre, con los cambios que proponía el PP se conseguiría "pagar puntualmente a los proveedores y farmacéuticos y que ellos, los magníficos médicos y enfermeros de nuestra Sanidad, mejorasen salarial y profesionalmente".

"Que no se alarme nadie, cambiar el modelo de gestión no es cambiar ni la titularidad de nuestros centros de salud y de nuestros hospitales", concluía.