En un alarmante ejemplo de la peligrosa tendencia de difundir información sin contrastar y fomentar el odio hacia colectivos extranjeros, Daniel Pinto Bausela, concejal de Vox en Terrassa, ha sido denunciado públicamente por compartir un bulo racista relacionado con el asesinato del pequeño Mateo en Mocejón, Toledo.

Pinto Bausela ha utilizado sus redes sociales para afirmar falsamente que el presunto asesino de Mateo era "un rumano nacionalizado y de padres turcos", a pesar de que se había confirmado que el autor del crimen es un ciudadano español. En su mensaje, Pinto también expresó su descontento con el sistema legal español, deseando que cayera sobre el delincuente "todo el peso de la ley de mierda que tenemos en España".

La difusión de este bulo ha sido rápidamente descubierta y denunciada por el tertuliano Alan Barroso, quien ha criticado la actitud del concejal en un tuit que decía: "Este concejal de Vox que dedica su Twitter a señalar y difundir bulos racistas se ha puesto el candado. Muy valiente para mentir y poner en la diana a colectivos enteros, muy cobarde para asumir las consecuencias", ha indicado.

Este incidente pone de manifiesto los riesgos de compartir información no verificada y los peligros de los discursos de odio dirigidos a grupos vulnerables. Algo que, por cierto, se ha intensificado tras el suceso de Mocejón. Las redes sociales, a menudo, se convierten en plataformas donde la desinformación puede propagarse rápidamente, causando daños irreparables tanto a personas individuales como a comunidades enteras. En este caso, el intento del ultraderechista de vincular a un colectivo extranjero con un crimen atroz no solo es irresponsable, sino que también contribuye a un clima de odio y división en la sociedad.

La última conspiración de la ultraderecha

El asesinato del niño Mateo en Mocejón ha sido objeto de una peligrosa campaña de desinformación y odio promovida por sectores de la extrema derecha. A pesar de que se confirmó que el autor del crimen es un ciudadano español, grupos ultras continúan difundiendo teorías falsas que afirman que el asesino es extranjero y acusan al PSOE de encubrir la verdad. Estas conspiraciones han sido compartidas ampliamente en redes sociales, señalando que todo es una estrategia del gobierno para ocultar al verdadero culpable y manipular la opinión pública.

Cuentas de redes sociales con gran cantidad de seguidores, como @ModoAlt y @MarioLosadaN, han propagado bulos que sugieren que el gobierno utilizó a un joven con discapacidad para que confesara el crimen bajo coacción, argumentando que esto forma parte de una supuesta operación encubierta para evitar un estallido social. Estas teorías, carentes de pruebas, han avivado aún más los discursos xenófobos y racistas en las redes.

Desde el inicio del caso, figuras públicas de la extrema derecha, como Alvise Pérez, han intentado vincular el asesinato con colectivos de inmigrantes, a pesar de las evidencias que demuestran lo contrario. A su vez, partidos como Vox han utilizado este trágico suceso para reforzar sus posturas antiinmigrantes, contribuyendo a un clima de odio que ha alarmado a las autoridades.

La familia de Mateo, además de soportar el dolor de su pérdida, ha sido víctima de acoso en redes sociales, especialmente un primo del niño que ha sido atacado por su trabajo en una ONG y por tener fotos con niños africanos. Esta situación ha llevado a la Fiscalía a iniciar investigaciones sobre los mensajes difundidos, que tienen el potencial de incitar al odio y la discriminación.