Dean Cain, conocido mundialmente por su papel como Clark Kent en Lois & Clark, ha sorprendido al anunciar que será oficialmente agente del ICE (Servicio de Control de Inmigración y Aduanas). En una aparición reciente en televisión, explicó que su decisión es una extensión de sus convicciones patrióticas: “Creo con firmeza que estoy haciendo lo correcto”. El anuncio llega en medio de una campaña intensiva del gobierno por reforzar las redadas migratorias, con recursos multimillonarios y miles de nuevas incorporaciones previstas.

Un giro ideológico inesperado desde el universo DC

Durante una entrevista televisiva, Cain explicó que su transición hacia el ICE comenzó cuando compartió un vídeo de reclutamiento en redes sociales. Esa acción, unida a la atención recibida en un programa político, motivó a que iniciara los trámites para jurar como agente lo antes posible. De hecho, detalló su experiencia previa como oficial de policía en reserva y sheriff adjunto para justificar su paso al cuerpo federal. Argumentó que hablar no basta: “Este país se construyó con patriotas dispuestos a actuar, aún cuando no era popular. Estoy dando un paso adelante”. También alentó a otros exagentes y agentes retirados a unirse al nuevo reclutamiento. 

El presidente Trump basó su campaña en esto. Está cumpliendo. Esto es lo que la gente votó. Es lo que yo voté y él lo va a lograr, y yo haré mi parte para asegurarme de que suceda

ICE en plena expansión… con consecuencias

La decisión de Cain coincide con una etapa de expansión sin precedentes de ICE, que bajo una nueva legislación ha recibido un presupuesto adicional de 75 mil millones de dólares, destinado a reclutar 10 000 agentes más antes de 2029. El objetivo gubernamental es lograr hasta 3 000 arrestos diarios; sin embargo, esta estrategia ha generado protestas masivas, denuncias de violaciones del debido proceso y críticas por arrestar incluso a personas con estatus legal o ciudadanía estadounidense. 

Cain promocionó la agencia como un medio efectivo para "salvar a Estados Unidos", destacando los atractivos incentivos: un bono de firma de 50 000 dólares, reembolso de préstamos estudiantiles y beneficios de jubilación. También minimizó ciertos requisitos formales, como la necesidad de estudios universitarios, diciendo que así se podría “empezar a trabajar de inmediato”. Sin embargo, su anuncio generó críticas inmediatas, especialmente por superar los límites de edad establecidos para nuevos reclutas —él tiene 59 años, mientras el máximo establecido era 37. Algunas voces incluso cuestionaron si realmente se había inscrito formalmente en ICE o si su discurso era más simbólico que operativo.

El Superman que rompe con su legado

La transformación de Dean Cain de héroe ficticio a agente real de un cuerpo criticado por severidad e inacción humanitaria ha dividido al público. Por un lado, hay quienes lo celebran por actuar según sus convicciones. Por otro, se le acusa de distorsionar el legado moral del personaje que interpretó, atribuyéndole valores de justicia universal. 

Su discurso combina convicciones ideológicas con un impulso muy personal de intervención directa. Sea como ejercicio de imagen o acción verdadera, lo cierto es que su movimiento ha provocado reflexión y reacciones encontradas en la sociedad, especialmente en un contexto donde las fronteras y la migración son temas fundamentales del debate nacional.

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