Sexy Zebras son una banda madrileña de rock alternativo que ha irrumpido con fuerza en la escena musical española. Formada en 2005, la banda de Gabi Montes, José Luna y Jesús Luna, ha sabido forjar una identidad propia a base de actitud punk, espíritu irreverente y una apuesta por el rock sin concesiones. Con discos como La Polla o Calle Liberación, Sexy Zebras se ha consolidado como uno de los referentes del rock independiente en español hasta anunciar su salto a los conciertos de primera línea: su Movistar Arena en 2026, que contará con los temas de su nuevo álbum, Bravo.
Los tres integrantes han hablado con ElPlural.com sobre los sentimientos que han erigido este álbum, la mentalidad que lo acompaña y la importancia de construir en común.
Pregunta (P): Contadnos un poco qué hay detrás de Bravo.
José: Tres vidas enteras y todo un camino de búsqueda y de encontrarnos como hermanos, como amigos, como banda y como profesionales.
Gabi: Al final llegamos a un lugar donde tenemos que acabar un disco y concretar unas canciones, pero lo que hay detrás es mucho aprendizaje vital. Hemos aprendido dónde estamos y qué es lo que no queremos.
Jesús: Hay mucho respeto por las pequeñas cosas que componen la vida.
P: Precisamente pasáis de las temáticas de vuestro anterior disco, Calle Liberación, a la aceptación de la realidad que es Bravo.
José: Después de un momento tan fuerte de crisis y de reconstrucción que vivimos en Calle Liberación, creo que había una densidad emocional difícil de digerir. Pero ahora estamos conectándonos más con otras partes que pensábamos que nos gustaban de la realidad.
Gabi: Incluso con las cosas que pretendíamos ocultar, como una cara B.
José: Exacto, porque de cara al público sólo se ven las partes bonitas, pero llega un momento en el que te das la vuelta y te das cuenta que detrás hay telarañas (ríe). Esas son las cosas que uno no reconoce o que no quiere ver, y con este disco lo que queremos es romper con ello, dejar de sufrir y frustrarnos con la realidad. Nos hemos enfrentado a ella de una manera más tranquila, para vernos las vergüenzas y reírnos de ellas. Aceptamos que somos una banda de rock como las de toda la vida y que no hay nada que inventar, que solo tenemos que tratar de seguir haciendo canciones y de disfrutar del proceso.
Jesús: Hay un punto muy inocente y adolescente que yo veo también en este disco. Se trata simplemente de jugar y decir lo que piensas con naturalidad.
P: ¿Es importante esa mentalidad a la hora de hacer música?
José: Entiendo que hay muchas maneras de hacerlo, pero esta es la fórmula que a nosotros nos ha acompañado ahora. En este proceso hemos tenido que entender la manera en la que los tres hacemos música, algo que nos ha llevado a enfados y malentendidos pero también a grandes alegrías.
Jesús: La música es una expresión de lo que llevas dentro. Si llevas odio, tu música saldrá con odio. Por eso Bravo es un álbum de fotos de cómo nos sentimos ahora, y sin ello no lo habríamos podido sacar.
P: ¿Este momento vital se ha traducido en la forma de trabajar?
José: Hemos simplificado mucho el proceso creativo. De pronto hemos visto potencial en cosas que antes nos parecían un límite. Ahora hay tanta gente utilizando una producción aparentemente moderna con tantas herramientas de creación e incluso con la incorporación de Inteligencia Artificial, que hemos querido volver al factor humano y genuino. Por eso hemos grabado juntos en la misma sala, mirándonos y tocándonos. Ha sido un proceso más orgánico y artesanal en el que hemos querido poner en valor lo humano.
Estamos conectando con las partes de la realidad que no nos gustan
P: Habéis cambiado mucho desde Volvamos a la selva.
Gabi: Total, 180 grados. Es como si en una habitación oscura hubiéramos estado poniendo el foco en un sitio y ahora lo hacemos en otro totalmente distinto. Nosotros empezamos como todo el mundo, sin tener ni puta idea de nada, buscando nuestro camino, y como no estábamos encontrándolo probablemente estuviéramos buscando culpable fuera. Direccionábamos hacia fuera, y desde Calle Liberación y ahora también con Bravo lo hacemos hacia dentro. Estamos entendiendo que ‘las caquitas’ que te rodean a ti mismo son abono para hacer cosas bonitas. El cambio ha sido 100%.
José: Desde luego. Hay una intención clara desde la banda, porque en el terreno político si algo sentimos es rabia por que siga habiendo polarizaciones que utilizan las heridas y las vísceras de las personas para enfrentarlas y seguir haciendo negocio. Creemos que las generaciones más jóvenes vienen más liberadas en este sentido, pero sí nos han sorprendido algunas opiniones sobre la canción porque creemos que cualquiera podría entender por dónde va. Es una rabia bien enfocada para poder actuar sobre una serie de identidades que consideramos ya del pasado y construir un futuro mejor.
Jesús: No nos estamos posicionando ni en una izquierda ni en una derecha.
José: Va a ser un tema importante de la banda y si a alguien le pica pues que se rasque o que se venga a un concierto.
La fuerza y el perdón son fundamentales para acabar con lo que nos polariza
P: ¿Es esa precisamente la bravura a la que os referís en el disco?
Gabi: Sí. Nosotros vemos bravura en alguien que está pasando por un mal momento y tiene pequeñas conquistas en el día a día y que con una fuerza genuina supera momentos feos. Tanto el single como el concepto del disco entero invita a no posicionarse a un lado o al otro, sino encima, para construir una nueva realidad. Eso requiere fuerza y perdón, que son fundamentales para acabar con todo lo que nos polariza.
P: La última pregunta tiene que ser sobre el Movistar Arena de 2026. ¿Cómo se encara algo así?
José: Nuestra mentalidad ante ello tiene más que ver como una consecuencia maravillosa que ha ocurrido que intentamos relativizar y pensar que somos tres tíos que hacen música.
Gabi: A veces estamos más preocupados por hacer el disco nuevo que por el Movistar Arena, pero era inevitable porque no en La Riviera no íbamos a caber, y al final surgió la idea de ese espacio.
José: Al principio nuestra intención era hacerlo en Las Ventas, precisamente para evitar el cliché de querer llegar al objetivo del Movistar Arena. Pero entendemos que el control que tenemos como Sexy Zebras es del local para dentro, lo que ocurra fuera va más allá de nosotros, por eso en ese sentido estamos tranquilos, intentando dejarnos llevar. Lo que más ilusión nos hace es que vengan nuestras familias y que acuda gente de todo tipo al concierto.
Jesús: Nos parece muy buena vara de medir el hecho de que le gustemos a gente muy diversa y de edades distintas.
Gabi: Estamos muy felices con el directo de la primera Riviera. Eso ya era la bomba, así que que vayamos a hacer un Movistar es muy retador. Estamos muy contentos de que lo que nos ha llevado hasta allí hayan sido nuestras gargantas, nuestras manos y la forma que ha tenido la gente de entendernos. Queremos que sea un karaoke tochísimo y que sea una fiesta para todo el mundo.