Los amantes del cine de terror están de enhorabuena. El director de cine Luis Prieto vuelve a la gran pantalla con 'Estación Rocafort', con Javier Gutiérrez como protagonista. El cineasta estudió cine en Hollywood, donde ha dirigido taquillazos como 'Kidnap' con Halley Berry o 'El engaño' con John Malkovich.

Prieto fue nominado al Premio Goya al mejor corto de ficción con 'Bamboleho' y dirigió el taquillazo italiano, 'Ho voglia di te' ('Tengo ganas de ti'). A su vez, ha rodado episodios para diversas series de éxito como 'Vampire Academy', 'White Lines' o 'Snatch', entre otros. 

PREGUNTA (P): Estrena este viernes 6 de septiembre la película de terror 'Estación Rocafort'. ¿Qué nos puede decir de ella?

RESPUESTA (R): 'Estación Rocafort' es una película que ofrece una mezcla perfecta de entretenimiento y suspense, ideal para quienes buscan disfrutar de un buen rato mientras se sumergen en la intensidad de un thriller psicológico. Definitivamente, no es apta para los que se asustan fácilmente. La película te deja una sensación de inquietud que es difícil de sacudir; en este sentido, es un filme perturbador, desgarrador e incómodo, que nos mantiene en tensión constante hasta el último minuto. Es una película que recordaremos mucho después de que termine, especialmente cuando nos encontremos solos en una estación de metro vacía.

P: Se mueve más en el thriller psicológico que en el cine de terror. ¿Cómo se ha enfrentado a este reto y cuáles han sido las mayores dificultades y la gran recompensa?

R: La película se inspira en la leyenda maldita de la estación de metro Rocafort en Barcelona, una estación con una atmósfera inquietante que, desde su construcción, ha estado vinculada a numerosas muertes accidentales, suicidios y fenómenos macabros.

Lo que más me atraía de la historia de Rocafort era su capacidad para conectar con nuestros miedos más primitivos y profundos: un lugar subterráneo, claustrofóbico, mal iluminado, con túneles que se pierden en la oscuridad y que ha sido testigo de tantas tragedias. Todo esto la convertía en un escenario ideal para una película de terror.

Sin embargo, al adaptar la historia al género del thriller psicológico de terror, el resultado fue aún más aterrador, ya que revelaba algo mucho más perturbador: a veces, el verdadero terror no proviene de fuerzas sobrenaturales, sino de nuestra propia naturaleza. El mal puede surgir de lo más profundo de nosotros mismos, convirtiéndonos en las verdaderas fuentes del horror. ¡Y eso, sin duda, asusta más que cualquier fantasma!

P: ¿Qué es lo que más le motivó para adentrarse en una película de terro de estas características?

R: El cine de terror siempre me ha fascinado (después de todo, mis inicios en el cine fueron filmando películas de horror mudas en Super 8mm a los 12 años). Sin embargo, ese interés quedó en segundo plano hasta que rodé 'Secuestrado' con Halle Berry. En esa película, tuve la oportunidad de explorar el suspense y el horror, especialmente en su desenlace, que casi se siente como un filme de terror. Durante su rodaje, me sentí completamente en mi elemento, y me dieron muchas ganas de hacer una película en este género. Unos años más tarde, se presentó la oportunidad de rodar 'Estación Rocafort', donde decidí incorporar elementos de thriller psicológico a la historia de terror para darle aún más fuerza a la película.

P: ¿Cuál ha sido el lenguaje con el que se ha manejado para dar esa atmósfera de terror en la cinta?

R: Disfruto contando historias poniendo al espectador en los zapatos del protagonista, permitiéndole vivir la historia de primera mano, en primera persona. Esta idea convierte el acto de ver la película en un viaje inmersivo, donde el espectador se convierte en un participante activo. En 'Estación Rocafort', esto adquiere una relevancia especial, ya que intensifica la experiencia del thriller psicológico y del cine de horror. ¡Y eso le da mucha más fuerza a la película!

P: ¿Qué es lo más complicado que le ha resultado afrontar en el rodaje?

R: Las mayores dificultades fueron logísticas: rodar en el metro es, como puedes imaginar, muy complicado. Solo te permiten filmar de 1:00 a 5:00 horas de la madrugada, cuando el metro está fuera de servicio. Durante esas 4 horas, tienes que rendir como en una jornada laboral normal, así que todo debe estar muy bien programado, y se trabaja a un ritmo frenético. Afortunadamente, conté con un equipo y un elenco maravillosos, capaces de darlo todo a pesar de la presión por la falta de tiempo. La recompensa es que las escenas rodadas en los túneles del metro resultaron realmente mágicas y tremendamente impactantes.

Sin embargo, debo confesar que hay una pequeña inquietud que me ronda: la posibilidad de que nuestra película haya reavivado la oscura leyenda de la estación maldita de Rocafort. Me pregunto si, inadvertidamente, hemos despertado el mundo sobrenatural que rodea esta estación.

P: España, Los Ángeles e Italia. Su trayectoria profesional es envidiable. ¿Cuál de estos tres países le ha marcado más?

R: Me encanta trabajar en todos ellos, pero sin duda, trabajar en Los Ángeles es lo que más me ha aportado hasta ahora. El nivel de talento en Hollywood es altísimo, lo que hace que la industria sea extremadamente competitiva y que sea muy difícil hacerse un hueco. Las recompensas también son muy grandes, te encuentras con la oportunidad de trabajar con actores que has admirado toda tu vida. La alta exigencia en todos los aspectos te motiva a superarte y a esforzarte por mejorar constantemente, lo que te enriquece mucho profesionalmente.

P: Ha trabajado junto a Javier Gutiérrez, reconocido actor, y Natalia Azahara, que es su primer papel protagonista. ¿Cómo ha logrado unir esas dos polaridades?

R: Javier es un actor excepcional. Cuando rodé la película 'Shattered' con John Malkovich, un día, hablando de cine español, me sorprendió que mencionara el nombre de Javier Gutiérrez. Malkovich había viajado a España expresamente para verlo en una obra de teatro. Eso ya dice mucho sobre el gran talento de Javier y cómo es reconocido internacionalmente. Además, es una persona encantadora y muy generosa con todos en el set: con los otros actores, el equipo y, por supuesto, conmigo. ¡Es realmente un sol!

Por otro lado, Natalia Azahara es una actriz joven con un talento inmenso y una sensibilidad única que aporta una autenticidad impresionante. Cuando la ves actuar, te encuentras con un personaje tridimensional, no con una actriz interpretando un papel. Tiene una increíble habilidad para sumergirse en su personaje y ofrecer una actuación que deja a todos boquiabiertos. Su interpretación en "Estación Rocafort" es realmente especial y poderosa.

El dúo Javier-Natalia es fantástico, y ambos han aportado mucho más de lo que estaba en el guion. Ha sido muy gratificante ver cómo se han metido en sus personajes y cómo interactúan entre ellos.