Durante los últimos años de su vida, Adolf Hitler no solo fue el artífice de una guerra que devoró a Europa, sino también el prisionero de su propio cuerpo. Hipocondríaco obsesivo, atrapado en un laberinto de dolencias reales e imaginarias, dependía de un hombre tanto como de su propio ejército: el doctor Theodor Morell, una especie de Rasputin alemán del que Hitler llegó a tener una especie de drogodependencia personal ante las críticas, calladas, de parte del equipo de Hitler. Este médico de métodos dudosos, se convirtió en su sombra, en su confidente químico, en el alquimista que mantenía en pie al Führer con un cóctel de sustancias que desdibujaban la línea entre la vigilia y el delirio.
Ahora, publicado por la editorial Espasa, el libro El paciente A. La historia médica de Adolfo Hitler de Eric Fratitini, nos aporta datos y desvela secretos para conocer el Hitler dependiente de la continua, intensa y permanente atención del doctor Morell, su médico de cabecera, su sol y sombra y el impulsor de sus dudosos remedios.
Los archivos desclasificados y los millones de documentos sobre el genocida nazi, narran una verdad inquietante como la de que el Führer y sus generales no solo libraban batallas en el campo de guerra, sino también en sus propios cuerpos, sometidos a una adicción insaciable de estimulantes y sedantes.
Numerosas dolencias y enfermedades
En el libro El paciente A, su autor muestra como durante nueve años, el brujo galeno Morell, documentó con precisión quirúrgica el deterioro de su paciente. En sus diarios quedaron impresas las crisis de ansiedad, los temblores incontrolables del Parkinson, los trastornos digestivos, los brotes de furia y la lenta caída hacia la oscuridad. Cada decisión de Hitler -cada orden, cada arrebato, cada delirio de grandeza- estuvo marcada por el influjo de sustancias que transformaban su mente en un campo de batalla interno.
Drogas y sustancias
Y así, bajo la influencia de inyecciones de anfetaminas, esteroides, belladona y cocaína, Hitler fue perdiéndose en su propio laberinto. La pregunta inevitable resuena en la historia: ¿hasta qué punto no solo la guerra, sino el destino de millones de vidas, estuvo condicionado por los efectos de un frasco de medicamentos?
Hitler pudo sufrir insomnio, dolor de estómago por colon irritable, crisis de ira, problemas de respiración y otras dolencias. Y también pudo recibir de Morell tratamientos estrambóticos, drogas, métodos poco recomendables y extraños. Nos encontramos ante un libro que entra en muchos detalles sobre la débil salud que padecía Hitler, y en las soluciones poco ortodoxas en las que tenía una gran fe de la mano del médico de los que sus lugartenientes pensaban que era tan solo un charlatán.
La lectura de este libro hará preguntarse al lector cómo pudo un hombre mediocre llegar a la cúpula del poder ¿Era Hitler un paranoico, un enfermo mental o un trastornado? ¿Todo ello le provocó su final en forma de suicidio?
Como dice el doctor Cabrera Forneiro, leer este libro “es una inmersión en el pasado que puede explicar muchas cosas del presente y lo más importante, muchas cosas de nosotros mismos, de en qué medida lo que vivimos, padecemos, aprendemos y sentimos nos forja un carácter que, a su vez, nos dirige inexorablemente hacia un destino concreto”.
Sobre el autor, Eric Frattini
Nacido en Lima el 15 de diciembre de 1963, Eric Frattini es una de las voces más incisivas en el ámbito de la investigación y el ensayo. Ha escrito 28 obras traducidas a 16 idiomas y publicadas en 42 países. Entre sus títulos más destacados figuran Osama bin Laden, la espada de Alá (2001), Mafia S.A. 100 años de Cosa Nostra (2002), La Santa Alianza, cinco siglos de espionaje vaticano (2004), ONU, historia de la corrupción (2005) y CIA, Joyas de Familia (2008), entre otros.
Su profundo conocimiento del espionaje y la geopolítica también quedó reflejado en obras como Mossad, Los verdugos del Kidon Los cuervos del Vaticano o ¿Murió Hitler en el búnker? Además, su libro The Entity. Five Centuries of Secret Vatican Espionage fue incorporado a la biblioteca de estudios de inteligencia de la CIA.
En 2013, su investigación sobre el caso Vatileaks -donde anticipó cinco meses antes la renuncia del papa Benedicto XVI- le valió el II Premio Nacional de Investigación Periodística otorgado por la revista italiana Terra Incognita. Su obra no solo explora los entresijos del poder, sino que también desentraña los secretos mejor guardados de la historia contemporánea con una precisión que ha convertido su pluma en referencia obligada para lectores y analistas de todo el mundo. Frattini es también autor de cuatro novelas -El Quinto Mandamiento, El laberinto de agua, El oro de Mefisto y La lenta agonía de los peces-, publicadas por Espasa. También produce documentales para canales como Discovery Channel y National Geographic.