No es solo una canción: es una declaración de guerra. El grupo Kneecap, formado en Belfast y conocido por su explosiva mezcla de rap en gaélico, sátira política y actitud punk, ha lanzado su nuevo single, The Recap, justo en la antesala de su actuación en el festival Glastonbury. El tema llega como un dardo directo a los sectores más conservadores del Reino Unido, en plena tormenta mediática y política que ha colocado a la banda en el centro del debate público.

The Recap no es un lanzamiento cualquiera. Es la respuesta artística y política de Kneecap a los múltiples ataques que han recibido desde las instituciones británicas, especialmente por parte de figuras como Kemi Badenoch, una de las ministras más conservadoras del actual gobierno. En las últimas semanas, la banda ha sido objeto de intentos de censura, acusaciones de extremismo y presiones para ser excluidos de festivales y plataformas públicas.

Lejos de agachar la cabeza, el trío ha convertido la polémica en combustible. El single combina la energía del drum & bass con versos afilados, referencias explícitas a sus enemigos políticos y una clara intención: recordar que la música, en sus manos, no es solo entretenimiento, sino también resistencia.

Desde sus inicios, Kneecap ha cultivado una imagen desafiante. Sus letras en gaélico e inglés, sus críticas al colonialismo británico y su defensa de la identidad irlandesa les han granjeado un público fiel, pero también una larga lista de detractores. En esta ocasión, la tensión ha alcanzado cotas inéditas.

Uno de los miembros del grupo ha sido incluso investigado por supuesta apología del terrorismo tras aparecer con una bandera de Hezbolá, un gesto que desató un aluvión de críticas en los medios conservadores. A esto se suma la reciente victoria legal de la banda contra el Estado británico, que trató de bloquearles el acceso a una ayuda cultural. El grupo ganó el juicio y donó la compensación a organizaciones juveniles de su comunidad.

Todo este contexto se condensa en The Recap, una canción que no esconde su intencionalidad política y que culmina con un mensaje claro de apoyo a la causa palestina, una posición que también ha generado controversia.

Glastonbury como escenario de batalla

La publicación de The Recap no es casual: coincide con su inminente actuación en Shangri-La, el escenario más políticamente cargado de Glastonbury. Allí, donde las propuestas artísticas más subversivas tienen su espacio, Kneecap desplegará un show que se prevé incendiario tanto en lo musical como en lo simbólico.

En un festival que históricamente ha acogido a voces disidentes, la presencia de Kneecap se convierte en una toma de posición. Especialmente después de que varias voces del Parlamento británico pidieran su expulsión del cartel, acusándolos de incitación al odio. La organización del festival ha mantenido su decisión de incluirlos, defendiendo la libertad de expresión artística.

Qué suena en 'The Recap'

Musicalmente, el tema es una bomba. Producido por Mozey, conocido en la escena del drum & bass británico, el single acelera el pulso con un ritmo vertiginoso y bases electrónicas agresivas. Pero es la letra donde reside su verdadera carga explosiva: referencias burlonas a figuras políticas, frases cargadas de ironía (“Buen intento, Kemi”) y una reafirmación de la actitud combativa que caracteriza al grupo.

Lejos de buscar el consenso o la complacencia, Kneecap se posiciona sin ambages. Sus mensajes son incómodos, su estética provocadora y su actitud descarada. Y es precisamente eso lo que les ha convertido en un fenómeno cultural y político a partes iguales.

Con The Recap, Kneecap no solo responde a sus detractores: los ridiculiza, los desafía y reafirma su presencia en la escena. La canción es, además, una recapitulación irónica de todo lo que les han dicho, hecho y censurado. Una especie de “ya que habláis de nosotros, os lo ponemos en estéreo”.

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