A tan solo 48 horas de su inauguración, Tomorrowland ha vivido uno de los momentos más críticos de su historia: su emblemático escenario principal ha sido devorado por un incendio que ha obligado a los organizadores a activar un plan de emergencia. Pese a las pérdidas millonarias y el caos logístico, el festival de música electrónica más famoso del planeta mantiene su compromiso: “Tomorrowland se celebrará como de costumbre”.
El festival confirma su edición pese al incendio del escenario principal
A solo dos días del inicio de Tomorrowland 2025, uno de los festivales de música electrónica más importantes del mundo se ha visto sacudido por un incendio que ha destruido por completo su escenario principal, una estructura colosal que tardó más de cincuenta días en construirse. El fuego, avivado por fuertes ráfagas de viento, se propagó con rapidez y dejó imágenes impactantes que han dado la vuelta al mundo a través de redes sociales y medios de comunicación.
Sin embargo, lejos de cancelar o posponer el evento, los organizadores han sorprendido con una decisión firme: “Tomorrowland se celebrará como de costumbre”, anunciaron este miércoles a través de sus canales oficiales. También aseguraron que no hubo heridos durante el incidente, lo que ha sido recibido con alivio por parte de los asistentes y trabajadores del festival.
Investigación abierta: ¿fuegos artificiales en las pruebas?
Las causas del incendio aún no se han determinado oficialmente, aunque medios locales apuntan a que podría estar relacionado con pruebas de los cañones de fuegos artificiales que decoran los espectáculos del festival. Según testigos, poco antes del incendio se escucharon detonaciones similares a las de pirotecnia. No obstante, ni la organización ni los bomberos han confirmado esta hipótesis.
La Fiscalía de Amberes ha solicitado ya la apertura de una investigación judicial, y el juez de instrucción ha clasificado el caso como “incendio provocado” a la espera de los peritajes técnicos que esclarezcan lo ocurrido. Las imágenes muestran llamas saliendo del lateral izquierdo del escenario y un espeso humo gris cubriendo parte del recinto en Boom, una localidad belga convertida cada julio en la capital mundial de la música electrónica.
El festival no se detiene: camping y programación siguen adelante
A pesar del revés logístico y estructural, el equipo de Tomorrowland mantiene su hoja de ruta. El camping DreamVille abrirá este jueves 17 de julio como estaba previsto para acoger a los miles de visitantes que ya están llegando a Bélgica. Del mismo modo, las actividades previstas en Bruselas y Amberes se celebrarán sin alteraciones.
“Nuestro equipo está trabajando sin descanso para ofrecer una experiencia mágica desde el viernes”, señalaron los organizadores. En las próximas horas se espera que comuniquen cómo resolverán la falta del escenario principal, una pieza clave del imaginario Tomorrowland que este año iba a presentar una nueva ambientación onírica de hielo y fantasía.
Expectación máxima: ¿cómo reinventarán el espectáculo?
Con más de 400.000 entradas vendidas y 16 escenarios repartidos por todo el recinto, Tomorrowland no se puede permitir un fallo. Este 2025, nombres como Martin Garrix, David Guetta o Solomun encabezan un cartel de lujo que ha atraído a asistentes de más de 200 países. Según la prensa belga, ya han aterrizado los primeros vuelos fletados por Brussels Airlines con festivales a bordo.
Todo apunta a que el equipo de We Are One World —la empresa propiedad de los hermanos Beers, creadores del festival— apostará por reubicar algunas actuaciones o reacondicionar otros escenarios secundarios para sustituir al destruido. Aunque el daño económico es considerable, el compromiso de la marca con la experiencia total y su músculo organizativo podrían permitirles salir fortalecidos de esta crisis.
Un festival que ya sobrevivió al fuego
No es la primera vez que Tomorrowland se enfrenta a las llamas. En 2017, un incendio similar en la edición de Barcelona obligó a evacuar a más de 20.000 personas. Aquel precedente sirvió para mejorar los protocolos de seguridad y crisis que ahora, ocho años después, se están poniendo a prueba de nuevo.
Con una facturación estimada de 140 millones de euros en 2024 y un modelo de negocio que va mucho más allá de la música —agencia de viajes, canal de YouTube, productora, marca global— Tomorrowland demuestra que no es solo un festival: es un coloso cultural dispuesto a resistir incluso entre cenizas.