Enol es un cantante y compositor que se ha consolidado como una de las promesas más brillantes de la escena musical urbana. Con su estilo fresco y una voz cargada de emoción, este joven artista nacido en Mieres ha experimentado un viaje artístico que le ha acabado por convertir en una de las figuras más importantes del pop español. A lo largo de su carrera, Enol ha logrado captar la atención del público por su autenticidad y letras profundas, que hablan de temas universales como el amor, el desamor y la búsqueda personal, todo con un toque contemporáneo que lo distingue. Acaba de lanzar su último disco, Una casa con jardín.
Pregunta: Quedan horas para la salida del disco, ¿cómo te sientes?
Respuesta: Estoy muy contento, tengo muchas ganas de que salga. En mi opinión, es mi mejor disco. Además, es al que más horas le he dedicado y el más trabajado. El momento más bonito es ver las reacciones y que la gente pueda hacerlo suyo.
P: ¿Qué simboliza esa casa con jardín?
R: Cuando planteé hacer un disco, tenía claro que debía suponer un paso adelante en mi carrera. Debía ser un trabajo más serio y maduro, encontrar un concepto y trabajarlo. El título iba a ser tan solo una canción, pero al final decidimos nombrar al disco así para recordar que todo esto lo hago por mi familia, mis amigos y mi hogar. Por aquel lugar al que volveré cuando termine esta etapa en Madrid. Es un disco bonito que yo siento como mi hogar. Hay una canción para Asturias y también para mi mejor amiga, por ejemplo.
P: ¿En Madrid no has encontrado un hogar?
R: Estoy cómodo y tengo un círculo. Sin embargo, en Asturias están mis amigos de toda la vida, mis padres, mi abuela... Todo eso es insustituible. No puedo meter mi tierra en una maleta y traérmela. Pero bueno, en Madrid he encontrado un equilibrio y soy feliz. Este año más que nunca porque he encontrado el punto medio entre trabajo y desconexión. Al final, la gente con la que te rodeas en Madrid en tu tiempo de ocio suele ser del trabajo. Siempre acabas hablando de la música y eso no te hace desconectar del todo. Cuando voy a casa, a mis colegas les da exactamente igual si canto o no. Y eso mola.
P: Empezaste haciendo rap y ahora has encontrado tu sitio en el pop. ¿Qué reflexión haces de esta evolución?
R: Siempre me gustó cantar, pero claro, empecé grabándome con un micrófono de 40 euros y no tenía ni idea de nada. Con el paso del tiempo aprendes y evolucionas. Escucho mucha música diferente y valoro la riqueza de un artista que sabe combinar géneros. Como está montada la industria, hay que ponerle etiquetas a todo. Sé que funcionan, pero creo en la idea de que la música tenga una esencia propia, incalificable.
P: ¿Le gustaría a tu yo de los inicios la música que haces ahora?
R: Estaría orgullosísimo porque lo que hago ahora tiene un grado de complejidad que nunca soñé con tener. Sobre todo a nivel de melodías, porque la esencia de las letras siempre estuvo ahí. En este mundo no se priorizan las letras y se suelen crear productos de consumo rápido que funcionen para el público. Y eso solo se consigue con canciones genéricas y sin entrar en el detalle. Cuando lo haces, vas sesgando público.
P: Uno de tus grandes éxitos es Santorini. En este álbum incluyes Amalfi. En tus letras también haces referencia a lugares como Ibiza y Formentera. ¿Esto no es ponerle un poco los cuernos al Cantábrico?
R: Bueno, tengo varias canciones dedicadas a Asturias. Hay un poquito de todo. Me gusta mucho viajar y desconectar. Incluso cuando tenía dos duros, lo poco que ahorraba me lo gastaba en ver mundo. Y todo eso se ve reflejado en mis canciones.
P: Tu música encaja bastante bien en esa atmósfera de viaje y disfrute.
R: Es música sobre lo cotidiano. Estar con tus amigos y disfrutar de los momentos bonitos que te da el día a día.
P: ¿Sientes presión cuando ves los números?
R: Ninguna. No sé si es bueno o malo, pero es algo que no he sentido nunca. Santorini tardó varios meses en petar, pero yo siempre estuve tranquilo. Siempre he sabido que estaba haciendo las cosas bien y los números, tarde o temprano, acaban llegando.
P: ¿Qué esperas de tu futuro?
R: Tengo ambición y muchas expectativas, pero lo más importante es estar mentalmente bien. Tengo que trabajar mucho, bajar al estudio, estudiar bien a otros artistas y dar todo lo que dé mi cuerpo para no sentir ningún tipo de remordimiento. Si la cosa va bien, perfecto. Esto se acabará algún día.
P: ¿Cómo haces para cuidarte mentalmente?
R: Lo primero es mantener un círculo de gente que te quiera más allá de la música. También es importante saber cuidarte ante la farándula de Madrid porque si quieres, te puedes volver una cabra loca estando todo el día de fiesta. No comulgo con ello porque me encanta la música.
P: ¿Es difícil decir que no?
R: Es fácil si tienes las cosas claras desde el principio.
P: ¿Qué te queda para volver al hogar?
R: Tengo 26 años y todavía me queda tiempo en Madrid. Por lo menos un par de proyectos más. Quizás, con 30 años, pueda plantearme irme a Asturias. Tarde o temprano, acabaré allí.