Originario de Salamanca, Blake comenzó su carrera musical a una edad temprana, influenciado por la cultura del rap y la música urbana que marcó su entorno. Desde sus primeros pasos, su estilo único, cargado de lirismo y realismo social, lo llevó a destacarse rápidamente en la escena local. A lo largo de su carrera, ha lanzado varios proyectos, como Talisman (2019) y Daboia Russelii (2021) , que lo han posicionado como una de las voces más frescas y auténticas del rap contemporáneo. Su discografía refleja su evolución como artista, pasando de ser una promesa a convertirse en un referente del género.
Pregunta (R): Antes de empezar tu carrera en solitario, estuviste en un grupo que se llamaba Gran Calibre. ¿Cómo fue la experiencia? ¿Y prefieres trabajar en solitario o en grupo?
Respuesta (R): Venimos de una ciudad muy pequeñita en Salamanca, de un barrio también muy pequeño. La idea de empezar nunca fue vivir de esto. Era porque nos gustaba, era distinto. Las primeras veces que salimos de conciertos, no cobrábamos dinero, era un hobby. Mi carrera fue un poco más rápida y mi ritmo era otro. En 2017 se me planteó la oportunidad de poder dedicarme a ello y surgió así. Siempre he funcionado mejor a mi bola, pero aquella etapa fue necesaria, fueron mis inicios.
P: ¿Cómo fue tu primer contacto con el rap? ¿Qué te inspiró a empezar a hacer música y cómo fue tu primer contacto con el rap?
R: Yo escuchaba mucha música, escuchaba mucho rap y me gustaban mucho los referentes que tenía. Era una manera de comunicar algo que no se podía hacer de otra forma. Siempre pensé 'ojalá pudiera hacer yo esto', que gente que no conozco de nada de alguna manera pudiera sentirse identificada. Es como hablar con alguien que no conoces, como escribir un diario, pero con música. Y siempre me atrapó ese juego de rimar. Grababa en casa de un chaval que era el único que tenía algunos medios ahí en Santa Marta. Y escucharme grabado todo era como un fuego que iba creciendo. Ahí supe qué era a lo que me iba a dedicar.
P: Tu primer álbum, Visceral (2017), marcó un antes y un después en tu carrera. ¿Cómo recuerdas ese proceso creativo? ¿Qué desafíos enfrentaste al grabarlo y qué significa ese álbum para ti?
R: Fue bonito, por un lado, pero complicado por otro. Primera vez en solitario y era mi primer disco con un sello discográfico, con Boa. Yo era hiper novato, era hacer un trabajo más profesional, mejor grabado. Además, coincidió con la muerte de mi abuelo, que me marcó mucho y todo el disco es algo más triste, más trabajado en la letra. Fue un cambio importante y tuve que hacer las cosas de otra forma. Era un disco, un sello, yo no conocía nada, fue difícil.
P: Con Talismán (2019), tu sonido y estilo musical evolucionaron. ¿Qué diferencias notaste entre la creación de Visceral y Talismán? ¿Te sentiste más libre en cuanto a experimentar con diferentes sonidos?
R: La producción del disco lo hice yo entera, ya tenía mi ordenador. Un Mac bien hecho y lo hice prácticamente todo yo. Eran mis sonidos de siempre, era más natural. Es más, lo hice en un cuartito en el que estaba viviendo de alquiler de un metro cuadrado. La principal distinción con el primer disco es que no tenía un sello, era nuestro, era mi plazo, mi rollo, mi videoclip, mi todo. Ese fue el cambio.
P: Uno de los discos que más ha llamado la atención fue Daboia russelii (2021). ¿Qué emociones y experiencias personales estaban presentes en este álbum? ¿Hubo alguna inspiración o concepto específico que guio el proceso de grabación?
R: Ese álbum fue rarísimo, justo después de la pandemia. El título significa el veneno de una serpiente que antiguamente se usaba para curación. Es un álbum un poco depresivo. Todo el mundo pasó una etapa rara, estábamos encerrados. Me acuerdo de estar viviendo solo después de la pandemia. Quería que la gente que lo escucharé se animara. Es el álbum que yo recuerdo más loco.
P: En tus discos, se siente una gran conexión con lo introspectivo y personal, pero también un enfoque hacia lo social. ¿Cómo decides qué historias contar en tus canciones? ¿Te cuesta exponer tu vida de esa manera tan cruda?
R: No estoy descubriendo la pólvora. No soy partidario de elaborar algo que solo unos cuantos entiendan. Yo soy más simple. En mi ciudad me he dado cuenta de que la sociedad está en bucle, clones haciendo y hablando de lo mismo. Me inspiro simplemente viviendo, lo que todo el mundo podemos ver y pensar, yo cojo y hago una canción de eso. Intento transmitir silencios, ese momento en el que te quedas callado pensando algo.
P: Cuéntanos que hay detrás de El Diario de un Loco
R: Para mi es un cambio. Yo tenía una vida que en 2023 cambió. Empecé una nueva etapa. Estuve en un tratamiento psicológico mucho tiempo. Lo pongo en la contraportada, “me dijo la psicóloga en ese momento yo aquí recomiendo hacer música o escribir un diario porque es una gran terapia y tú tienes la suerte de hacer las dos cosas”. Esa frase se me quedó. Empecé a tomármelo como un diario, cada mes, mes y medio de mi vida correspondía a una etapa, fueron nueve meses, nueve temas. Es un diario hecho música.
P: ¿Qué te gustaría que tu audiencia descubriera o sintiera al escuchar las canciones de este álbum?
R: Que vivimos en una sociedad que ha cambiado. Esta sociedad es una mentira. Valoro el tiempo por encima de todo. En El Diario del Loco -el tema que hice como adelanto- lo resumo bien, es una crítica social pero no llevada a la política si no al pie de la calle. Un amigo que no está cuando hace falta, el significado del amor… Vivo en una simulación.
P: ¿Tienes alguna canción en el nuevo disco que sientas especialmente cercana o significativa para ti? ¿Por qué esa canción tiene un lugar especial en tu corazón?
R: Es difícil porque cada una tiene su etapa, pero me quedaría con la última que resume el proceso mental por el que he pasado. El Diario de un Loco me gusta mucho por el tema social y Ojitos Verdes es algo que se coló en mi vida y me ayudo a cambiar. Me quedo con El Diablo.
P: Has trabajado con varios artistas en tu carrera, algunos recurrentes como Zaidbreak (productor), Nikone... ¿Cómo eliges con quién colaborar y qué es lo que buscas en una colaboración?
R: Hemos sido gente que hemos coincidido durante muchos años. Nos pasábamos cosas por Twitter. Yo colaboro con gente que me transmita lo mismo. En nuestro caso se ha mantenido. Sabemos lo que hacemos y cómo lo hacemos. Las colaboraciones sirven para apoyarse cuando estas arriba o abajo. A veces interesa y a veces no.
P: ¿Hay algún artista con el que te gustaría trabajar en el futuro?
R: Hay algunas que no llegaron a tiempo, pero me gustaría con SFDK o Tote King. Tengo una colaboración pendiente con gente nueva que está saliendo como Nadal015, me gusta mucho lo que hace. Y repetiría con Kaze que tengo un tema con el de 2012 y sería una locura por como empezamos y hasta donde hemos llegado.
P: ¿Cómo ves el panorama del rap hoy en día y qué opinas de la evolución del género en los últimos años?
R: Ha cambiado mucho. Nunca te puedes arrimar una moda o algo que está pegando porque cada poco tiempo cambia. Las modas cambian. La industria es mucho más rápida. Hacemos un disco porque es nuestra historia, pero realmente caduca muy rápido. Si te pegas a una moda, no duras.