Todavía recuerdo cuando era una niña y bailaba El Universo sobre mí frente a la pizarra de clase con mis amigas. Tenía apenas diez años y ni siquiera me paraba a entender lo que trascendía en aquellas lineas. Mas de una década después, yo ya no soy una niña, pero ellos siguen siendo los mismos, referentes del pop español. Eva y Juan, Juan y Eva. Amaral. Más de una década después, me siento frente a ellos, que me reciben con la mayor cercanía y naturalidad, para dar la bienvenida a su nueva criatura, su octavo álbum. Dolce Vita ve la luz este 7 de febrero, después de un parón motivado por una larga gira, pero con mucho mismo, siendo la mejor versión del dúo maño.
ElPlural.com ha podido entrevistar a los artistas, con los que ha repasado su extensa trayectoria y ha comentado algunos asuntos de la actualidad, como las críticas a Inés Hernand después de que mostrara los pechos en una fiesta privada del Benidorm Fest a ritmo de Ay,mamá, tema de Rigoberta Bandini que reivindica la libertad de las mujeres. Gesto que ya hiciera la misma Eva sobre el escenario del Sonorama en el verano de 2023.
Pregunta: Vuestro primer álbum vio la luz hace más de 25 años, pero, ahora, con Dolce Vita, aseguráis haber encontrado el "paraíso donde ser libres". ¿Por qué sentís esta necesidad de hacer una catarsis con una carrera tan consolidada?
Juan: Yo creo que tiene que ver más con con algo emocional que sentimos como personas y pudiera ser que la libertad fuese una imagen que es intercambiable por equilibrio o por estar en conexión contigo, por tener paz. Tiene que ver también con un ideal de vivir en calma, aunque a veces no sea del todo siempre posible.
Eva: La idea de libertad nos ha acompañado siempre, desde nuestros inicio. Cuando comenzamos a hacer música, en nuestro ideario estaba esa imagen del músico que va viajando por el mundo con su instrumento. Incluso teníamos la idea romántica de no grabar disco, sino de vivir tocando aquí y allá. Para nosotros esa idea de libertad era depender únicamente de nuestras canciones, de nuestras voces, es algo que ha estado en nuestro ADN siempre y es un parámetro que no es negociable.
(P): ¿En algún momento os lo planteasteis como un disco que marcara una nueva etapa, un antes y un después?
(J): Yo creo que todos los discos nos los planteamos como una especie de empezar de cero o de vuelta a empezar. No habíamos publicado nada en seis años porque la gira fue larguísima. En cuanto se acabó el confinamiento empezamos a tocar inmediatamente, cada vez en sitios más grandes. De cara a Dolce Vita hubo dos fases: la composición del disco, que ha sido durante todo este tiempo en medio de muchos viajes, y luego la grabación, que ya llegó a la vez que estábamos de gira. La verdad es que no parábamos, quizás deberíamos calmarnos un poco, poner límites a las cosas para para no tardar tanto en publicar el siguiente disco.
(E): Lo intentaremos.
La libertad está en nuestro ADN y no es negociable
(P): Contadnos un poco más sobre cómo fue el proceso de composición durante la gira.
(E): Los fines de semana estábamos tocando aquí y allá, y luego volvíamos el domingo a casa y el lunes estábamos en el estudio hasta que llegaba el siguiente concierto. Es complicado porque no paras ni un solo momento y estás todo el rato muy concentrado, pero el fin de semana tienes que dejar esa concentración de las canciones nuevas y volver a recordar las canciones de antes, las que estás tocando, las que conoce la gente. Nos parece algo que está bien porque al final el disco se nutre de esa energía del directo, esa energía que te da la gente.
(P): Hace poco decíais que era vuestro mejor trabajo álbum hasta la fecha.
(J): Lo que queríamos decir es que todo lo que hemos hecho antes son como ensayos para llegar a lo que a lo que hemos hecho ahora. Yo creo que el disco se nutre de canciones y creo que las canciones son buenas, hay algunas de estas canciones que se van a quedar ahí. Son canciones en las que nos hemos quitado bastantes pudores y nos hemos desnudado emocionalmente los dos.
(E): No sé si es el mejor o peor de nuestra carrera, nosotros sentimos que es el mejor, evidentemente, porque además es el que más nos refleja en este momento. Pero esto lo tienen que decir los demás.
(P): Hablábamos de que llevabais unos cinco años sin sacar publicar y, además, Dolce Vita debía publicarse en un primer momento en el mes de noviembre. ¿Habéis sentido esa presión o ansiedad que genera el vivir en una sociedad que gira tan rápido y en la que la música se ha vuelto también casi efímera?
(E): Sí que va todo muy rápido, pero también irá a la velocidad que tú quieras. Cada uno tenemos nuestra burbuja personal.
(J): También es verdad que nuestros discos han tenido recorridos largos siempre, e igual estamos un poco mal acostumbrados. Es verdad que todos los días se publican muchísimas cosas, pero por lo que sea nuestros discos tienen largo recorrido y estamos muy agradecidos.
El disco se nutre de la energía del directo de la última gira
(P): Con tantos años de trayectoria a vuestras espaldas, ¿percibís que vuestro público ha ido cambiando?
(J): Cuando empezamos a sentirnos músicos fue con unos 12 años, éramos muy niños y no teníamos ni idea de todo lo que iba a venir luego. Nosotros hemos evolucionado. Entonces éramos muy abiertos, nos gustaba todo cosas que eran aparentemente contrapuestas y cuando el proyecto se hizo popular, cuando crecimos, nos dimos cuenta de que venía a nuestros conciertos gente muy distinta, de muchas edades y ha seguido pasando.
(E): Nos hace mucha ilusión mucha gente que ahora tiene bandas jóvenes, muy jóvenes y bueno, que de niños nos escuchaban. A ellos les hace mucha ilusión contárnoslo y a nosotros nos hace una ilusión tremenda que nos lo cuenten. Eso es muy chulo, esa evolución sí que nos emociona.
(P): ¿Cuál diríais que ha sido la clave para permanecer unidos todo este tiempo? En todos estos años que vosotros os habéis permanecido unidos han surgido multitud de bandas, otras se han separado, a otras les ha dado tiempo incluso a juntarse después de la separación, etc.
(E): Bueno, somos un grupo de dos, es mucho más fácil ponerse de acuerdo en cosas
(J): Yo creo que siempre hemos puesto la música por delante y también tiene que ver con el hecho de que nos decimos todo y podemos discutir muchísimo. Y bueno, los dos podríamos hacer canciones por separado, pero cuando se alinean los planetas y colaboramos, siento que al punto que llegamos es mucho mejor. Pero tampoco hay un secreto.
Con Dolce Vita nos hemos quitado bastantes pudores y nos hemos desnudado emocionalmente
(P): ¿En algún momento habéis pensado cuál sería el motivo que podría llevaros a disolver Amaral?
(E): Debería pasar algo importante, como que se extinga esa llama de la creatividad o que te pase algo a nivel salud o familiar, que digas 'hasta aquí'. Pero bueno, la verdad es que no nos lo hemos planteado.
(P): Hace unos días actuasteis en la final del Benidorm Fest, la preselección para elegir al representante de España en Eurovisión. ¿En algún punto de vuestra carrera os habríais visto participando en Eurovisión?
(J): Yo creo que venimos de sitios diferentes. Antes de ir al Benidorm Fest, sentíamos que Eurovisión es una cosa y el lugar del que venimos, muy diferente. Pero es verdad que estando allí y viendo los ensayos, todo el trabajo que hay detrás, creo que no tendríamos tiempo. Es un esfuerzo increíble y, además, es una responsabilidad para la que no sé si estaríamos preparados.
(E): No nos gusta mucho lo que es la competencia, lo que más interesante nos parece del Benidorm Fest o de Eurovisión es que es una muestra de artistas, una plataforma a través de la que mucha gente se da a conocer.
(P): En muchas ocasiones también se ha hablado de la politización del Festival de Eurovisión. Lo cierto es que muchos artistas utilizan sus letras para vehicular ciertas reivindicaciones políticas, ¿es vuestro caso?
(J): Yo creo que son mundos muy diferentes. La música te acompaña, puede cambiarte el estado de ánimo, pero no creo que sea un arte transformador. Yo creo que esa es una de las principales diferencias que tiene con con dedicarte a cosas de tipo social o político.
(P): Un poco en línea de todo esto último que estamos comentando. Ha surgido una nueva polémica en torno a Inés Hernand después de que mostrara sus pechos en una fiesta privada del Benidorm Fest mientras sonaba Ay, mamá. En tu caso, Eva, hace unos años hacías este mismo gesto en el Sonorama para reivindicar la libertad de la mujer, algo que también ocasionó muchas críticas.
(E): Yo creo que nos encanta Inés Hernand. Me cae genial y me parece maravillosa, siempre es muy cañera. Creo que lo hizo en un contexto absolutamente festivo, yo no le daría más importancia. Lo que pasa es que ahora mismo todo se saca de quicio y de contexto. Pero vamos, desde aquí le mando un besazo enorme. A lo largo de mis años de carrera he visto, en todas las etapas, a hombres que se subían al escenario y se quedaban desnudos, y todo el mundo aplaudía y se reía. En fin, esto hay que hacérselo mirar.