Cardos con jamón y nueces
¿Con qué?
Cardos (en conserva al natural hay algunas marcas buenas y se evita el engorro de limpiar y cocer) taquitos de jamón serrano, aceite de oliva, sal y nueces peladas.
¿Cómo?
Si nos decidimos por los cardos frescos, aconsejo usar guantes para pelarlos y quitar con cuidado todas las espinas y las hebras, como hacemos con las pencas de las acelgas. Una vez bien pelados se cuecen una primera vez, con un puñadito de harina para que permanezcan blancos. Se deja hervir dos minutos y se cambia el agua, se sala y se pone unas gotas de aceite y se deja hervir veinte minutos. Se escurren y se reserva un poco del caldo. Ponemos un poco de aceite en la sartén se echa el jamón, también puede ser en tiritas o virutas, y se rehogan durante tres minutos, se echan las nueces peladas y un poco del caldo reservado y se deja tres minutos más. Se sirven con poca salsa.
Lenguado a la plancha
¿Con qué?
Lenguados de ración, tantos como personas y alguno más por si alguien quiere repetir (pedir en la pescadería que le quiten la piel y las tripas, pero no la hueva), aceite de oliva virgen y sal.
¿Cómo?
Con la sartén muy caliente y unas gotas de aceite se hacen muy fácilmente si no importa que estén un poco crudos en torno a la espina (estarán más jugosos) menos tiempo, 3 minutos por cada lado; si se quiere más pasado 5 minutos por cada parte. Es un pescado muy fácil de quitar la espina si se quiere servir a la mesa en cuatro filetes con un poco del jugo donde se han hecho.
Arroz con leche
¿Con qué?
Arroz según los comensales, teniendo en cuenta que una tacita de café es para dos raciones. Leche -para dos o tres personas 1/4 de litro, una cáscara de limón, canela en rama o en polvo, canela en rama, azúcar y agua.
¿Cómo?
Se pone el arroz a cocer en agua abundante, como unos 10 minutos. En otra cazuela se pone la leche a calentar con la cáscara de limón y, si se quiere, un palito de canela en rama. Se escurre el arroz y se echa en la leche cociendo, habiendo quitado previamente la cáscara de limón y la canela en rama. Se le da vueltas para que los granos estén sueltos y cuando estén blandos, se retira y se le echa el azúcar, al gusto. Se deja unos minutos más en el fuego suave y se vierte en los recipientes en que va a servirse. Si no se ha cocido la canela en rama, se le espolvorea un poco de canela en polvo. Si se quiere frío, en verano, se pone en el frigorífico una hora antes.