En la evolución del diseño automovilístico, ciertos detalles que alguna vez fueron innovadores han quedado en el olvido. Tal es el caso del cuarto pedal que se encontraba en algunos modelos de vehículos durante los años 70, 80 y 90. Este pedal adicional, ubicado a la izquierda de los habituales -embrague, freno y acelerador-, era más pequeño y tenía un recorrido menor. Modelos emblemáticos como algunos de Mercedes-Benz de las clases E y S, así como populares camionetas en América como el Ford F-150, el Chevrolet Silverado o el Toyota 4 Runner, lo incluían entre sus características.
La función principal de este cuarto pedal era activar el freno de estacionamiento. A diferencia de los frenos de mano tradicionales, que se accionan mediante una palanca situada al lado del conductor, este sistema requería que el conductor presionara el pedal con el pie izquierdo para activarlo. En algunos modelos, incluso se podía leer la palabra "empujar" sobre el pedal para indicar cómo debía utilizarse. Para desactivarlo, era necesario tirar de un tirador ubicado cerca de la columna de dirección.
El cuarto pedal en algunos coches antiguos: su función revelada
Con el paso del tiempo, el freno de pie fue perdiendo popularidad y eventualmente desapareció de los nuevos diseños automovilísticos. Los fabricantes y usuarios buscaban un sistema que requiriera menos esfuerzo y fuera más práctico. El diseño de los coches también comenzó a adoptar líneas más minimalistas, eliminando elementos que no eran esenciales o que complicaban la experiencia de conducción.
Los frenos de mano convencionales se convirtieron en la norma durante un tiempo, hasta la llegada de los frenos de mano eléctricos, que se activan con solo pulsar un botón. Este cambio refleja no solo una evolución en la preferencia de los conductores por la comodidad y la practicidad, sino también en la constante innovación en seguridad y diseño que caracteriza a la industria automotriz.
¿Por qué desapareció el freno de pie en los automóviles modernos?
En resumen, aunque el cuarto pedal fue una solución interesante en su momento para el freno de estacionamiento, la evolución hacia sistemas más eficientes y fáciles de usar demostró ser el camino preferido tanto por fabricantes como por usuarios. La historia de este pedal es un ejemplo claro de cómo la industria automotriz está en constante evolución, buscando siempre adaptarse a las necesidades y preferencias de los conductores.