Las garrapatas, pequeños parásitos conocidos por transmitir enfermedades como la enfermedad de Lyme, están ganando terreno en muchas zonas residenciales, especialmente durante la primavera y el verano. Aunque el jardín puede parecer un lugar seguro para disfrutar del buen tiempo, ciertas condiciones lo convierten en un entorno ideal para estos insectos.
La combinación de sombra, humedad y vegetación densa —como arbustos bajos, césped alto o acumulaciones de hojas— favorece la presencia de garrapatas. Además, la cercanía a zonas boscosas y la presencia de fauna silvestre, como ciervos, zorros o roedores, puede aumentar significativamente el riesgo. Estos animales actúan como vehículos para las garrapatas, que se adhieren a su piel para alimentarse y desplazarse.
Detectar la presencia de garrapatas en el jardín no siempre es sencillo. Estos insectos pasan desapercibidos debido a su tamaño, pero existen métodos para localizarlos. Una opción es utilizar una linterna para inspeccionar las zonas sombreadas del patio, especialmente en los bordes. También se recomienda revisar regularmente a las mascotas y a los miembros de la familia tras pasar tiempo al aire libre. Otra técnica consiste en pasar un trozo de tela blanca por el césped, lo que permite detectar una parte representativa de la población de garrapatas.
Usar pesticidas específicos contra garrapatas
Para reducir su presencia, es recomendable adoptar un enfoque combinado. El uso de pesticidas específicos puede disminuir la población entre un 68% y un 100%, aunque se aconseja complementar este método con otras medidas.
Espolvorear tierra de diatomeas en el jardín
Una alternativa natural a los pesticidas es la tierra de diatomeas, un polvo que deshidrata a las garrapatas. Se puede usar junto con los pesticidas específicos para complementar el tratamiento.
Aplicar nematodos beneficiosos
También se pueden aplicar nematodos —pequeños gusanos que parasitan insectos— como control biológico. También es una alternativa de pesticidas tradicionales para garrapatas y, como la tierra de diatomeas, se puede usar independientemente o como complemento en el tratamiento de este insecto.
Soltar gallinas para que se coman las garrapatas
Además, algunas soluciones más inusuales, como dejar que unas pocas gallinas campen a sus anchas por el jardín, pueden ayudar, ya que estos animales se alimentan de insectos, incluidas las garrapatas. No obstante, los expertos advierten que ninguna medida por sí sola es totalmente efectiva.
Realizar inspecciones regulares con linterna y revisiones físicas
Mantén el cesped corto para evitar garrapatas y facilitar inspecciones regulares para evitar estos insectos. También se recomienda reducir las áreas donde las garrapatas pueden esconderse y reproducirse y asegurar que hagas una revisión periódica.
Instalar cercas para mantener fuera a la fauna silvestre
Otra medida recomendable es instalar barreras físicas, como cercas, para evitar que animales silvestres accedan al terreno.
Eliminar refugios de roedores
De igual forma, conviene revisar posibles refugios de roedores —como pilas de leña o cobertizos— y sellarlos si es necesario. El control de estos animales ayuda a cortar uno de los principales canales de entrada de las garrapatas.
Limpiar hojas secas y restos vegetales
Cortar el césped con frecuencia, idealmente a una altura inferior a los ocho centímetros, y elimina la existencia de restos vejetales u hojas secas para reducir la presencia de garrapatas.
Tratar regularmente a las mascotas contra garrapatas
El cuidado de las mascotas también es clave. Perros y gatos deben recibir tratamientos antiparasitarios regulares, sobre todo en los meses de mayor actividad de estos insectos, entre abril y octubre.
Usar ropa protectora
Al limpiar áreas propensas a garrapatas, se recomienda utilizar ropa clara, especialmente blanca, para que no entren en casa. Por esta razón, también se recomendar manga larga y calcetines por fuera para evitar su acceso a la piel.
Alejar las zonas de juego y relax de los bordes del jardín
Por último, si se va a trabajar o descansar en zonas cercanas a bordes boscosos, se recomienda seguir las precauciones sobre la ropa protectora y considerar mover las zonas si es posible.