Hacer turismo en la provincia de Córdoba es una delicia en cualquier época del año, pero sin lugar a dudas, el mes de mayo es el mejor para disfrutar de la magia de este singular enclave andaluz. En esta época, los patios cordobeses se visten de flores para agasajar al visitante e inundan de color las calles y plazas. Esta tradición festiva resulta especialmente emotiva después de un año de ausencia debido a la pandemia. Aunque la emergencia sanitaria continúa, el fin del estado de alarma y el significativo avance en la campaña de vacunación, ha abierto la puerta al turismo, eso sí, con la prudencia y medidas adecuadas.

Mayo y sus festividades constituyen una oportunidad única para acercarse al legado cultural, natural, gastronómico y etnológico de la provincia. El visitante podrá disfrutar de la tranquilidad del mundo rural, del carácter acogedor de sus gentes y, al mismo tiempo, descubrir un rico patrimonio cultural.

Este año se celebra el centenario de la fiesta de los patios de Córdoba capital, declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2012. Esta tradición la encontramos también en localidades como Almodóvar del Río, Belalcázar, Castro del Río, Iznájar, Palma del Río, Priego de Córdoba, Rute, Montoro y Cañete de las Torres. Son los propios vecinos los que engalanan sus patios, balcones y rejas con flores propias de la primavera. Después de un meticuloso trabajo durante todo el año, llega ahora el momento del disfrute con ese estallido de colores y aromas que convierte las calles cordobesas en un inmenso jardín. Gitanillas y geranios de colores vivos, fundamentalmente rosas, rojos y fucsias, llenan de color las paredes blancas encaladas.

Patio con Duende de Rute (Córdoba)En la imagen, el patio de Rute ubicado en las instalaciones del Museo del Anís que ha ganado en 3 ocasiones el Primer Premio del Concurso de Patios de la provincia de Córdoba y en 5 ocasiones el Concurso de la Subbética. Ofrece una colección única de planas y varios limoneros centenarios

El espectáculo floral continúa con las Cruces de Mayo, una tradición que ancla su origen en la fe cristiana y que se ha convertido en un emblema de la provincia. Se erigen grandes cruces en plazas o emplazamientos recoletos y se decoran, con mimo, sensibilidad y cuidado, con flores. En paralelo, se multiplican actividades de ocio y folclóricas.

En la antigüedad, los cordobeses adornaban sus cruces erigidas en las calles para demostrar su fe. Como tantas otras tradiciones ha evolucionado hasta convertirse en un evento turístico de primer orden, tanto en grandes ciudades, incluida la capital, como pequeños municipios. Por ejemplo, en la localidad de Añora, en el Valle de los Pedroches, al norte de la provincia, la fiesta se remonta al siglo XVI y se ha preservado con el paso del tiempo. Originalmente, los vecinos vestían las cruces en cumplimiento de promesas por enfermedades o desgracias. Los adornos se preparan en secreto y el misterio se desvela siempre el primer domingo de mayo. Este año la celebración se ha trasladado a los balcones debido a las restricciones por el COVID-19.

La celebración de las Cruces, declarada Fiesta de Interés Turístico de Andalucía, está muy arraigada en Baena, El Carpio y Puente Genil.

Un paseo por la historia

Más allá de la exaltación de la primavera del Mayo cordobés, el visitante puede aprovechar para conocer el enorme legado histórico y cultural de la provincia. Entre Baena y Castro del Río, en plena campiña cordobesa, encontramos el yacimiento arqueológico de Torreparedones, conocido también como Torre de las Vírgenes o Castro el Viejo. Este importante enclave estuvo habitado desde finales del Neolítico y alcanzó su máximo esplendor en las épocas ibérica y romana. Declarado Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía, la visita a Torreparedones es un paseo en el tiempo que nos retrotrae a 3.500 años de historia.

Entre los hallazgos más interesantes de esta ciudad milenaria de nombre desconocido está una fuente romana con propiedades terapéuticas, un santuario, una muralla del año 600 a.c., un mercado, termas y foro romanos, además de una calzada en perfecto estado.

Toda la provincia está plagada de restos arqueológicos de gran interés. Destacan, por ejemplo, las villas romanas de Fuente Álamo, en Puente Genil y la de Almedinilla. Entre los tesoros históricos que dan cuenta del esplendor de esta zona en la época romana encontramos la vía Mellaria, en Fuente Obejuna y las Cisternas Romanas de Monturque, toda una obra de ingeniería hidráulica compuesta por doce cámaras con bóvedas de medio cañón distribuidas en tres naves paralelas.

Córdoba acoge también el conjunto arqueológico de Medina Azahara, una ciudad-palacio que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad en 2018 y que constituye el mayor yacimiento arqueológico de toda España. Esta singular ciudad amurallada está ubicada a la falda de la sierra cordobesa, al noroeste de la capital, y fue construida por el omeya Abd-al-Rahman III, con capacidad para 12.000 personas. Aunque su vida fue breve, ya que fue fundada en el año 940 y destruida a manos de los bereberes en el año 1010, se convirtió en un importante enclave de la época como sede del gobierno y, al mismo tiempo, lugar de residencia.

El castillo de Almodovar del Río, en Córdoba, fue uno de los escenarios para la grabación de la serie 'Juego de Tronos'El castillo medieval de Almodovar del Río, fue uno de los escenarios para la grabación de la serie 'Juego de Tronos'

La provincia de Córdoba alberga numerosos castillos y edificaciones fortificadas, la mayoría visitables y declarados Bien de Interés Cultural (BIC). El castillo medieval de Almodóvar del Río, que fue remodelado a principios del siglo XX, fue uno de los escenarios de la serie ‘Juego de Tronos’, dando vida a dos reinos diferentes: sus mazmorras albergaron el Reino de Roca Casterly y el resto de la fortaleza fue Altojardín, el florido y luminoso Reino de la Casa Tyrell.

Más allá de la ficción, el castillo fue construido por los árabes en el 760 y conquistado por Fernando II en 1240. Llegó a ser residencia oficial de los reyes Pedro I y Enrique I. Más tarde, pasó a manos de órdenes como la de Calatrava y la de Santiago, que lo gestionaron hasta que en 1906 lo compró el conde de Torralva, que lo remodeló durante tres décadas.

La provincia de Córdoba es paso obligado en las rutas de los Castillos  y la del Tempranillo, que recorre también las provincias de Sevilla y Málaga y nos descubre las tierras por las que se movió José María el Tempranillo, el célebre bandolero andaluz del siglo XIX.

Turismo activo, Córdoba como referente

Córdoba es también escenario ideal para el turismo de naturaleza, tanto para la práctica deportiva, la contemplación o el disfrute del medio natural. En toda la provincia podemos encontrar espacios para el senderismo, la bicicleta, el piragüismo, la escalada, la pesca deportiva, la caza, el rafting o el turismo ecuestre.

La Sierra Morena cordobesa o los parques naturales de Cardeña-Montoro, Hornachuelos y la Subbética son idóneos para la práctica del senderismo en diferentes niveles de dificultad. Destacan la Ruta de las Fuentes de Montemayor y Fernán Núñez, la Ruta de los Barrancos en Fuente Tójar o la Ruta del Embalse de la Colada.

Rafting en Benamejí (Córdoba)

La provincia cuenta, además, con importantes recursos hídricos para la práctica de deportes acuáticos; rafting en el río Genil a su paso por Benamejí o piragüismo en el entorno del Guadalquivir. Concretamente, el Alto Guadalquivir está siendo el germen de empresas de ocio activo que ofertan paquetes de actividades en la naturaleza, y en las aguas tranquilas de los embalses de Puente Nuevo (Villaviciosa) e Iznájar, existe ya una importante tradición en la organización de actividades de multiaventura, vela y kayak.

El pueblo de Zuheros es frontera natural entre el Geoparque de las Sierras Subbéticas y la campiña cordobesaEl pueblo de Zuheros es frontera natural entre el Geoparque de las Sierras Subbéticas y la campiña cordobesa

Los que optan por deportes de mayor dificultad o que requieren cierta preparación, como la escalada o el espeleoturismo, han de dirigirse a la zona de Zuheros y la comarca de la Subbética, donde la orografía del terreno, con cuevas como la de los Murciélagos o la del Yeso y la Vía Ferrata, permite hacer realidad el deporte de aventuras.

Finalmente, los amantes de la caza mayor y menor encuentran su paraíso en los Montes Comunales de Adamuz y el turismo ecuestre se está  perfilando cada vez más como una alternativa de ocio en el Parque Natural de Cardeña-Montoro y en la zona de Belmez.

Panorámica de Montoro (Córdoba), ubicada a orillas de los meandros del río Guadalquivir

Uno de los pueblos más pintorescos de la provincia es Montoro, situado en pleno Parque Natural Sierra de Cardeña-Montoro y a orillas de los meandros del río Guadalquivir, los cuales han sido declarados Monumento Natural. Además de su valor cinegético y ser punto de partida para numerosas rutas de senderismo, brinda un enorme patrimonio cultural e histórico. Conocida como el Toledo andaluz, fue declarada Conjunto Histórico Artí­stico en 1969.

Lagar en MontillaLos lagares de Montilla son bodegas familiares que producen vinos Denominación de Origen Montilla-Moriles

Turismo enológico

Los lagares de la Sierra de Montilla ofrecen al viajero una apetitosa forma de disfrutar de la naturaleza. Estas bodegas familiares organizan visitas guiadas que incluyen un paseo por el viñedo y las instalaciones, además de una degustación de vino con lo mejor de la gastronomía cordobesa.

Este año, una vez finalizadas las restricciones de movilidad, la provincia de Córdoba abre sus puertas a vivir una amalgama de experiencias al gusto de cada uno: historia, patrimonio monumental, riqueza natural y una gastronomía única. Todo ello sin olvidar las pertinentes medidas de seguridad para evitar nuevos contagios.