Lugo es una de las ciudades de Galicia donde se puede disfrutar de la historia, las calles animadas, los restos arqueológicos y la tradición gastronómica. La capital de provincia esconde una hermosa y tangible historia romana y en sus calles y monumentos también se puede apreciar su identidad celta.

La mayoría de los principales lugares que visitar en Lugo se encuentran dentro de la muralla, en la ciudad vieja. Cabe recordar en este sentido que esta muralla es la única en el mundo de origen romano que se conserva intacta en todo su perímetro, de ahí que esté catalogada como Patrimonio de la Humanidad.

La Catedral de Santa María es otro de los lugares de visita obligatoria en Lugo. Comenzó a edificarse en el siglo I y tardó en terminarse más de un siglo, aunque posteriormente fue sufriendo modificaciones y ampliaciones que le han otorgado una mezcla de estilos arquitectónicos que también reflejan la historia de la ciudad. En su interior resaltan el Altar Mayor y la Capilla de la Virgen de los Ojos Grandes, una de las patronas de la ciudad.

Frente a la Catedral se encuentra el edificio de la vicerrectoría de coordinación del campus de Lugo, donde hay oculto un templo dedicado al Dios Mitra, que sorprende porque es el más occidental de su estilo que se ha encontrado en todo el mundo. El Dios Mitra es de origen persa, pero los romanos le profesaron una gran devoción dando origen al mitraísmo.

Otro resquicio romano que también se conserva es el Puente Romano, también conocido como Ponte Vella, que representa otra herencia mejor conservada. Con sus 104 metros de longitud y cuatro de ancho cruza el río Miño y une la Calzada da Ponte y la carretera vella de Santiago. Además, cerca de él se encuentra el balneario de aguas termales también de origen romano.

La Plaza Mayor es el corazón de la ciudad, donde antiguamente se encontraba el mercado y donde hoy se puede contemplar el edificio del Ayuntamiento, construido en el siglo XVIII con una parte principal con ocho arcos y en el que también destaca la torre del reloj, que se construyó posteriormente. En otro lado de la plaza se encuentra el convento de los Padres Franciscanos, otro de los edificios más bonitos que ver en Lugo.

El casco antiguo de Lugo merece un tiempo para perderse y callejear por sus calles, plazas y jardines. Además, es una de las mejores zonas para disfrutar de la gastronomía de la ciudad, ya que está repleto de bares y restaurantes que ofrecen los platos típicos y las tapas, que suponen una oportunidad perfecta para no fallar al viejo dicho de “Vigo trabaja, Pontevedra duerme, Santiago reza y A Coruña se divierte” al que posteriormente se le añadió “…e para comer Lugo”.

La mejor actividad para conocer la evolución de Lugo desde la antigua Lucus a la actualidad es visitar el Museo Provincial de Lugo, en las dependencias del Convento de San Francisco y un edificio anexo. También se puede visitar la Casa de los Mosaicos o Domus del Miltreo, que era la vivienda de lujo de un centurión romano del periodo altoimperial, Victorio Victorino.

Para disfrutar del potencial verde de Lugo se puede ir hasta el Parque de Rosalía de Castro, fuera de la parte amurallada. Entre sus elementos de interés se encuentra la gran fuente central, pérgolas, un estanque de aves acuáticas y un centro ornitológico.