Aunque muchas personas puedan pensar que el cava y el champagne son muy similares, guardan profundas diferencias. También hay quien dice que el cava es la versión para pobres del champagne francés. Sin embargo, esto no tiene nada que ver, ya que hay cavas españoles que nada tienen que envidiar a los champagnes franceses. Pero, ¿sabes cuales son las diferencias entre ambas bebidas?

En realidad, no hay diferencias entre el champagne y el cava en lo relativo al modo de elaboración de los mismos. Fueron los franceses los que desarrollaron el método tradicional de elaboración de espumosos que también se utiliza en cataluña. Pero sí hay diferencias en referencia a las uvas que se utilizan para producir ambas bebidas y otros aspectos.

Las diferencias entre el cava y el champagne

Una de las diferencias más destacables son las variedades de uva que se usan para sus elaboraciones. En el caso del cava se utilizan la Parellada, la Macabeo y la Xarelo, mientras que para el champagne son más habituales la Chardonnay y la Pinot Noir.

A esto hay que añadir las diferencias del suelo y del clima, que tienen una gran influencia en el sabor de las bebidas. La mayor parte de producción del cava en España se sitúa en la zona del Penedés, en Cataluña, donde hay un clima mediterráneo. En cambio, en la región de Champagne, zona por excelencia del espumoso francés, tiene un clima mucho menos moderado, un clima continental donde la diferencia térmica está mucho más marcada.

El suelo también tiene una gran influencia para marcar las diferencias fundamentales. Los franceses donde se cultivan las uvas utilizadas para el champagne son muy ácidos y pobres en sustrato, al contrario de los suelos mediterráneos, donde se cultiva el cava, que son calcáreos y arcillosos. Esto define el desarrollo de la uva, que crece generosa y rica en azúcares, y provoca que el grado sea algo más alto y muchas veces no precisen de azúcares añadidos para una segunda fermentación.

Otra de las diferencias más importantes, y también la más marcada y evidente, es el precio. El champagne tiene un precio mucho más elevado que el cava. Los cavas de mayor consumo oscilan entre unos precios de 5 a 8 euros, mientras que los champagnes más económicos se superan la barrera de los 15 euros.