Aunque la posibilidad de una guerra nuclear en Europa se considera remota, la creciente tensión internacional y la revisión de estrategias militares han vuelto a poner sobre la mesa un escenario que, por improbable que sea, genera inquietud. En este contexto, diversos estudios y análisis han identificado qué países europeos estarían más protegidos frente a los efectos directos e indirectos de un ataque nuclear. España figura entre los cinco más seguros.
Las consecuencias
En un conflicto de este tipo, los daños inmediatos provendrían no solo de las explosiones —capaces de arrasar todo en un radio de hasta dos kilómetros— sino, sobre todo, de la llamada lluvia radiactiva: partículas contaminantes transportadas por el viento que podrían extenderse a cientos de kilómetros, afectando al aire, el agua y el suelo.
Los países más expuestos
Alemania, Polonia e Italia se encuentran entre los países más expuestos, debido a su cercanía con zonas de posible confrontación y la presencia de bases militares estratégicas. En cambio, ciertos estados del oeste y norte de Europa, más alejados del centro del conflicto o menos densamente poblados, tendrían una exposición considerablemente menor.
Los 5 países más seguros
Según el Comité Internacional para la Protección Radiológica (CIPR) y medios como L’Espresso y Healthy.thewom.it, estos serían los cinco países europeos relativamente más seguros en caso de una guerra nuclear:
- Irlanda: Su neutralidad y su aislamiento geográfico en el extremo occidental de Europa la convierten en el país menos expuesto. La ausencia de bases militares estratégicas y su lejanía respecto a objetivos potenciales son factores clave.
- Portugal: Similar a Irlanda, se beneficia de su situación periférica. Aunque podría recibir algo de lluvia radiactiva si los vientos soplan desde el este, el riesgo sigue siendo bajo en comparación con otros países.
- España: A pesar de ser miembro de la OTAN, su ubicación occidental y la escasa presencia de infraestructuras nucleares reducen significativamente su vulnerabilidad. Solo condiciones meteorológicas excepcionales aumentarían el riesgo.
- Noruega: Aunque forma parte de la Alianza Atlántica, su baja densidad de población y su situación septentrional limitan la exposición, salvo en escenarios de vientos intensos desde el este.
- Suecia: Con características similares a Noruega, este país escandinavo presenta una posición relativamente segura, siempre que las condiciones climáticas no cambien drásticamente.
Aun así, los expertos advierten que ningún país europeo estaría completamente a salvo en caso de un conflicto nuclear. Por ello, insisten en la necesidad de planes de emergencia y medidas preventivas. En situaciones tan extremas, la preparación sigue siendo la mejor defensa.