Cada primer viernes de agosto se celebra el Día Mundial de la Cerveza, una ocasión para descubrir nuevas variedades y conocer mejor esta bebida milenaria. Aunque muchas personas asocian la cerveza con las clásicas rubias de barril, el mundo cervecero ofrece estilos muy diferentes, elaborados con distintas técnicas, ingredientes y tradiciones. Aquí repasamos diez tipos de cerveza que pueden ayudarte a ampliar tu mapa cervecero.
1. Lager: la más común, pero no la única
Las cervezas tipo lager son las más presentes en bares y supermercados. Se fermentan a baja temperatura y suelen tener un sabor suave. Dentro de este estilo se incluyen subtipos como la helles alemana o la pilsner checa. Son cervezas de fermentación baja y necesitan más tiempo de maduración.
2. Ale: la familia más amplia
Las cervezas tipo ale se fermentan a temperaturas más altas. Esto permite la formación de ésteres, alcoholes superiores y otros compuestos que aportan aromas y sabores frutales, florales, especiados o herbales a las cervezas. En este grupo se encuentran muchas cervezas británicas, belgas y americanas, entre otras.
3. IPA: amargor y aroma
La India Pale Ale o IPA se caracteriza por el uso abundante de lúpulo, lo que da como resultado un sabor más amargo y un aroma más intenso. Se originó en el Reino Unido, pero ya la encontramos en todo el mundo.
4. Porter: notas tostadas
La porter es una cerveza oscura elaborada con maltas tostadas. Su origen está en Londres y su sabor puede recordar al café o al cacao, aunque no contenga estos ingredientes.
5. Stout: cuerpo y presencia
La stout es una evolución de la porter. Es más densa y, a menudo, con más alcohol. Existen variantes como la dry stout, muy presente en Irlanda, o las imperial stout, que tienen más cuerpo y mayor graduación.
6. Weissbier: trigo y frescura
La cerveza de trigo o weissbier es típica de Baviera, Alemania. Se elabora con una mezcla de malta de trigo principalmente y tiene un color más claro y suele producir más espuma. Es refrescante en verano, aunque puede tomarse en cualquier momento del año.
7. Saison: tradición rural
Este tipo de cerveza procede de la región belga de Valonia. Originalmente era elaborada por agricultores para consumirla durante la cosecha. Las cervezas de estilo Saison suelen presentar un tono dorado que puede acercarse al ámbar claro. Es habitual encontrarlas en botellas, ya que este formato conserva mejor tanto el perfil característico de la levadura como su alta carbonatación.
8. Lambic: fermentación espontánea
Las lambic son cervezas belgas que se fermentan de forma espontánea, es decir, sin levaduras añadidas. Se elaboran en la región del valle del río Senne y su sabor es más ácido que el de otros estilos. Algunas se mezclan con frutas como cereza (kriek) o frambuesa (framboise).
9. Rauchbier: malta ahumada
Este estilo proviene de la ciudad de Bamberg, en Alemania. Se caracteriza por el uso de maltas secadas al fuego de leña, lo que le da un sabor ahumado. No es habitual fuera de su lugar de origen, pero es un ejemplo claro de cómo la elaboración influye en el resultado final.
110. Barleywine: alta graduación
El barleywine o “vino de cebada” es una cerveza de alta graduación alcohólica. Puede superar los 10 grados y se suele consumir en pequeñas cantidades. A menudo esta cerveza strong ale se envejece en barrica, lo que le da complejidad.
Explorar estos estilos es una forma de acercarse a la diversidad cervecera y entender mejor cómo el origen, los ingredientes y las técnicas de fermentación dan lugar a bebidas muy distintas entre sí. En el Día Mundial de la Cerveza, más allá de brindar, también se puede aprender.