Hace unas semanas corría por redes sociales el maravilloso texto de un profesor de primaria a sus alumnos de 3ºC en el que les hacía unas singulares (y necesarias) recomendaciones para hacer en vacaciones. Una peculiar lista de deberes que rápidamente se convirtió en fenómeno viral. Y no nos extraña, porque a veces se nos olvida lo realmente importante de estos días: disfrutar.

 Hacemos un repaso rápido en esa lista y encontramos cosas realmente curiosas y por qué no, necesarias: ver amanecer, recoger conchas por la playa, hacer helados caseros, visitar un museo o una biblioteca y para mí el mejor, reirte hasta que te duelan las mejillas. 

Pero, ¿realmente estamos descansando en condiciones cuando nos vamos de vacaciones? ¿Aprovechamos los días como se merecen o nos estamos olvidando de exprimirlos al máximo? Desde Oxigena2 estas son nuestras opciones, a ver cuántas somos capaces de cumplir.

Tecnología 'off' pero de verdad 

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Sabemos que es complicado, pero nadie ha dejado de existir en el mundo por poner el móvil en modo avión durante unos días. Y deverdad, creenos en que es lo mejor que puedes hacer. ¿Quince días sin ver notificaciones en tu móvil? A parte de que le darás un respiro a la batería de tu smartphone, piensa que eso si que es desconectar pero de verdad. Venga, y si no puedes evitarlo, te dejamos que de vez en cuando te conectes al wifi del hotel o del apartamento, pero solo cuando llegues a casa. Nada de trampas. Tampoco hace falta que compartas en tus redes sociales todo lo que estás haciendo en tiempo real, que ya tendrás tiempo de hacerlo a la vuelta para dejar también algo de misterio y que la vuelta al trabajo no se haga tan dura recordando esos paisajes, playas o ciudades que has visitado y que has disfrutado al máximo.

Saltarte la dieta sin remordimientos

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Sabemos que has estado todo el año cuidándote para lucir cuerpazo en la playa este verano. Si eres de los que llevas la dieta a rajatabla, permítete un capricho de vez en cuando, que a nadie le amarga un dulce, un coctail o un buen arroz con vistas, por ejemplo. Tampoco hay que pasarse, que luego los kilos ganados en vacaciones cuesta quitárselos un horror, pero como todo en la vida, siempre con cabeza. Y si además puedes acompañar tu descanso con alguna rutina de ejercicios sencilla (andar a paso ligero, correr o nadar en la playa o la piscina) los excesos que cometas serán menos dolorosos a tu vuelta. 

Aprender nuevas aficiones

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Para descubrir un nuevo hobbie o dedicarte a una tarea nueva tampoco hace falta que seas un manitas. Eso sí, permítete el lujo de dar rienda suelta a tu creatividad y arriesgarte en algo que no hayas hecho nunca o que te apetezca aprender. Puede ser dedicarte al bricolaje, alguna manualidad concreta, pintura, acuarelas, lettering...cualquier habilidad artística siempre te vendrá bien y podrás fardar con tus compañeros de trabajo de tus nuevas creaciones. 

Engancharte a un libro o una serie 

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¿Leer o ver una serie en vacaciones? Por opciones no será, desde luego. Tus días de descanso son el mejor momento para engancharte al máximo a esa serie que siempre habías tenido ganas o a ese libro que esperaba paciente en la librería de tu salón a ser descubiérto. Sumérgete en historias que te hagan pensar y soñar más allá de la realidad, que como dice el refrán, el saber no ocupa lugar.