Andalucía tiene problemas, muchos problemas. Las colas y listas de espera en los hospitales, el deterioro de la educación pública, la falta de personal, el desmantelamiento de los servicios públicos… pero la ultraderecha ya ha identificado el más urgente, el que hay que abordar ya llevando una propuesta de ley a la Cámara andaluza. No son las cosas de comer ni los ataques al Estado del Bienestar. El verdadero reto para Vox y que amenaza nuestras raíces es la falta de reconocimiento oficial del palomo buchón veleño como raza autóctona. Se trata de palomo con pecho hinchado y mirada seductora que anida en la comarca de la Axarquía malagueña como si supiera que va a acabar en el BOE.

La formación de Santiago Abascal, en su incansable cruzada por proteger lo españolísimo, súper necesario y vital para la transformación social y el bienestar común de los andaluces y andaluzas, ha registrado una Proposición No de Ley (PNL) en el Parlamento andaluz para que el buchón veleño reciba el título que le corresponde por sangre, patria y plumaje, el de raza autóctona. Pueden que estos ultras que no dan mal en las encuestas y que tiene el cariño de los bancos de gobiernos afines a Abascal, se pregunten que si no son ellos quienes defiendan al palomo buchón veleño ¿quién lo hará? Desde luego piensan que no lo hará ni Europa, ni los animalistas y ni mucho menos el Gobierno de España,ya que de paso, aprovechando que el palomo de Vélez pasa por Torrox, pedirán en la PNL la derogación de la Ley de Bienestar Animal, que aunque sea de un Ejecutivo presidido por un can, el Perro Sánchez, no defiende bien la autóctona fauna ni a los monteros señoritos de Sierra Morena depredadores de ciervos gamos, muflones y corzos, que esos son bichos rojos que no hay que proteger. Y ya de derogar las crueles corridas de toros, ni hablamos, que eso es ardor patrio de los valores de una España como “unidad de destino en lo universal”.

Lo cierto es que así planteadas las cosas, la parlamentaria de Vox por Málaga, Purificación Fernández, ni corta ni perezosa, ha anunciado esta heroica iniciativa que puede cambiar el presente y el futuro de Andalucía. No se conforman con proteger al palomo galán, sino que también exigen que la colombicultura —el arte de criar y enamorar palomos— sea declarada Bien de Interés Cultural. Sí, BIC, como la Alhambra o el flamenco. Porque, ¿qué es más español que un palomo intentando ligar sin éxito durante seis meses?

Fernández defiende al palomo buchón veleño mientras cargado contra la Ley de Bienestar Animal, culpándola de poner en peligro esta milenaria disciplina rural. Según la diputada, la colombicultura no solo es una afición, sino una fuente de riqueza. Supongo que tras conocer la buena nueva, muchos economistas se preguntan ya por qué no cotiza en el IBEX.

El palomo, con su buche inflado como quien se ha comido todo el orgullo nacional, y su peculiar técnica de cortejo basada en atraer a la hembra a su palomar, representa según Vox un símbolo histórico, cultural y genético que debe ser protegido ¡Manda huevos!

Conclusión con reflexión incluida. Si se preguntan qué hace el Parlamento andaluz para mejorar la vida de los ciudadanos y ciudadanas, recuerden este gesto noble y urgente. Mientras unos se quejan de hospitales colapsados o de la precariedad laboral, Vox defiende a capa, espada y al verdadero emblema del antiguo Al-Ándalus: el palomo buchón veleño.

Súmate a El Plural

Apoya nuestro trabajo. Navega sin publicidad. Entra a todos los contenidos.

hazte socio